Las transferencias a las provincias y la ciudad de Buenos Aires en concepto de coparticipación tuvieron en enero un crecimiento porcentual mayor que el de la recaudación tributaria nacional por primera vez en cuatro meses, luego de un 2021 en el que alcanzaron el nivel más alto en una década en términos reales.
El primer mes del año terminó con un incremento del 55% interanual en los giros de coparticipación, 3,4 puntos porcentuales más que el 51,6% del aumento de la recaudación nacional en el mismo período.
Esa mejora en los niveles de transferencias a los 24 distritos en relación con la recaudación fue destacada por diferentes consultoras especializadas, luego de un 2021 en el que el resultado fue inverso en diez meses, con las únicas excepciones de marzo y septiembre.
El crecimiento nominal del 55% se correspondió con uno en términos reales que varió según las proyecciones de inflación de cada consultora, a la espera del 15 de febrero, cuando el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dé a conocer el Índice de Precios al Consumidor de enero.
Según CEPA
El Centro de Economía Política Argentina estimó un crecimiento real del 3,4%, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) uno del 3,2% y Politikon uno del 3%.
Por otra parte, CEPA destacó la importancia de los recursos de Coparticipación, que en promedio representan el 71,3% del total de ingresos provinciales.
Dentro de ese promedio, CEPA remarcó que «algunas provincias presentan un alto nivel de dependencia de los recursos nacionales coparticipables, como Formosa, La Rioja, Catamarca, Chaco, Jujuy, San Juan, mientras que, en el otro extremo, los niveles de recaudación de recursos locales son sensiblemente mayores, como en el caso de la ciudad de Buenos Aires».
La actividad económica consolida su recuperación y continúa a niveles de 2018.
En nov-2021, el EMAE creció 1,7% vs. oct-2021 y 9,3% vs. nov-2020. Así, se confirma la recuperación de la caída derivada de la pandemia y de buena parte de la retracción del gob. de Cambiemos. pic.twitter.com/EZ9Z4pI9Fq
— Centro CEPA (@ctroCEPA) January 25, 2022
Esa dispersión queda en evidencia en los porcentajes de cobertura señalados por la consultora dirigida por Hernán Letcher: en 2019, el 93% de los recursos de la provincia de Formosa y el 91% de los de La Rioja correspondieron a transferencias por Coparticipación.
En el otro extremo, solamente en tres distritos los recursos nacionales no superaron a los locales, con un 27% en CABA, un 42% en Neuquén (por el impacto de Vaca Muerta en Ingresos Brutos y regalías) y un 50% en Buenos Aires.
Según IARAF
La consultora destacó que los $ 364.753 millones de la Coparticipación de enero fueron unos de los más altos para ese mes en términos reales de los últimos doce años, solo superado por el primer mes de 2019.
«El cotejo muestra que los envíos por coparticipación y otras leyes especiales en enero del 2022 superaron en términos reales a los de 2020 y 2021 en $ 24.201 millones y $ 11.458 millones constantes respectivamente», indicó el Instituto.
Las diferencias entre la evolución porcentual de la recaudación nacional y de la Coparticipación obedecen en gran medida a la composición de la estructura tributaria nacional, en la que confluyen impuestos cuya distribución se comparte con las provincias (en especial IVA y Ganancias) con otros recursos que quedan en su totalidad para la Nación (principalmente las retenciones).
En enero la coparticipación a provincias creció por segundo mes consecutivo – El Ciudadano – https://t.co/0ZwCCDdTQw
— IARAF (@IarafArg) February 5, 2022
Precisamente, fue la caída del 14,2% en los ingresos por derechos de exportación la que determinó que en enero la Coparticipación subiera más que la recaudación.
En sentido inverso, el significativo crecimiento que tuvieron las retenciones en 2021 (sumado al Aporte Solidario Extraordinario, que tampoco se coparticipó con las provincias) incidió para que en diez de los doce meses del año la recaudación aumentara más que la coparticipación.
Por otra parte, las modificaciones en la alícuota de coparticipación de CABA incidieron en el total de las transferencias totales a lo largo de todo 2021, pero ese impacto dejó de tener efecto en enero de 2022.
Por su vinculación directa con la recaudación y la actividad económica en general, la evolución de la coparticipación no puede analizarse sin tener en cuenta el impacto de la pandemia de coronavirus, tanto por las restricciones iniciales en el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) como en las sucesivas flexibilizaciones posteriores.
Al respecto, CEPA remarcó que en los primeros cinco meses de pandemia la coparticipación registró bajas interanuales en términos reales del 11,4% en marzo, 17,9% en abril, 25,8% en mayo, 11,6% en junio y 14,1% en julio de 2020.
A partir de agosto de ese año comenzó a evidenciarse una recuperación de 14 meses consecutivos, interrumpida en octubre y noviembre de 2021, en tanto en diciembre del año pasado se retomó la tendencia positiva, confirmada en enero.
La ley 23.548 que estableció el Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos data de enero de 1988 y en los 34 años transcurridos tuvo sucesivas modificaciones a su esquema original de distribución, tanto por la creación de nuevos impuestos, la supresión de otros, la modificación de las alícuotas y a que por entonces la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Tierra del Fuego no contaban con autonomía.