El juez federal Daniel Rafecas quedó a cargo de la primera denuncia contra la exvicepresidenta Gabriela Michetti y la extitular de la Oficina Anticorrupción (OA) Laura Alonso por presunto «tráfico de influencias», a raíz de un audio sobre un supuesto intercambio entre ambas.
Las exfuncionarias macristas fueron denunciadas este martes en los tribunales federales de Retiro, en una presentación impulsada por el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten.
«Ello se puede corroborar de forma fácil y rápida accediendo al audio filtrado, donde se puede dilucidad con claridad a la exvicepresidenta ejerciendo a través de su persona una influencia indebida sobre la Ex Directora de la Oficina Anticorrupción a fines de socorrer a su amigo», sostiene la denuncia, presentada por Sánchez Kalbermatten.
Michetti, añade la denuncia, «ha ejercido influencia indebidamente a la funcionaria pública Laura Alonso, con la finalidad de cesar las investigaciones que correspondían llevar a cabo a esta última». El delito de tráfico de influencias es sancionado, según el Código Penal, con prisión de uno a seis años e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Sánchez Kalbermatten aclaró que la imputación es provisoria: «Sin perjuicio de la calificación legal que en la instancia procesal oportuna el juez evalúe o interprete correcta».
El denunciante reclamó, además, la adopción de «medidas urgentes, dada la repercusión que tienen y el perjuicio que irrogan a la sociedad». La denuncia se basa sobre lo difundido por «diversos sitios periodísticos y medios televisivos», cuyas imágenes adjunta a la presentación judicial.
Qué dicen los audios
“Laura, necesito que te juntes con un amigo mío, que está trabajando conmigo además. Es una persona de confianza. Lo conozco hace mucho. Es realmente una súper buena persona y lo embocaste en una denuncia y encima Clarín lo nombró”, protestaba Michetti en un primer audio en el que le pedía a Alonso que se reuniera cuanto antes con Pino.
En un segundo mensaje, Michetti le agradecía a Alonso porque iba a reunirse con su amigo el jueves de esa semana. “Es como nosotras, realmente como nosotras”, le remarcaba la vice. “Y, pobre, está sufriendo como un condenado. Nada, me parece muy injusto y quería decirte que hasta que no lo veas (que lo ves el jueves que viene) trates en lo posible de no modificar ninguna cosa, de no profundizar o hablar de él como parte de una cosa corrupta porque no lo fue”, dijo como para dejarle en claro cuál era su pedido.
Durante la gestión de Alonso, la OA tuvo una actividad bastante particular, ya que su titular dijo que no quería intervenir en denuncias sobre el gobierno de Macri, por lo que se dedicó a perseguir a exfuncionarios de las gestiones kirchneristas. En el caso de Michetti, no es la primera vez que un audio desnuda una práctica «solidaria» con sus amigos: mientras se llevaba adelante el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA, la entonces vicepresidenta estalló en un audio que le envió a Mario Cimadevilla porque la querella estatal molestó con sus preguntas al exfiscal José Barbaccia, que terminó condenado junto con su colega Eamon Mullen.