Mauricio Macri volvió a pedir permiso para salir del país. En esta oportunidad, el expresidente informó que lo esperan en la Universidad Internacional de Florida para unas clases sobre liderazgo en el Centro para la Libertad Económica Adam Smith. Macri todavía espera que el juez federal Julián Ercolini –que tiene la causa por el espionaje a los familiares de víctimas del ARA San Juan, en la que el expresidente está procesado– resuelva si lo autoriza a ir a un evento en Montevideo que organiza una compañía dedicada a hacer negocios en mercados offshore.
En las últimas horas, el abogado de Macri, Pablo Lanusse, presentó un nuevo pedido en el juzgado de Ercolini. Anunció que Macri tiene una invitación para viajar a Florida a dar unos cursos de liderazgo, que desde el entorno del exmandatario ya habían publicitado el año pasado. Sin más detalles sobre qué versará la participación del líder del PRO, Lanusse solicitó que lo dejen viajar entre el 13 y 18 de marzo a Estados Unidos. Allí, se alojará en el hotel Hilton de Miami.
“Como representante de la querella mayoritaria vamos a oponernos no solo a la salida del país con destino a Miami, sino que vamos a exponer el modo en que está alardeando su poder el expresidente Macri”, dijo Carreras a Página/12 después de que se conociera la nueva solicitud.
En diciembre pasado, el juez federal Martín Bava procesó a Macri por haber ordenado que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) espiara a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino que se hundió en noviembre de 2017. A las semanas, la Cámara Federal de Casación le sacó a Bava la investigación madre de esa causa –la que orbitaba alrededor de la figura del falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio–. Tras esa decisión del máximo tribunal penal del país, las investigaciones viajaron así desde Dolores a Comodoro Py, donde quedaron a cargo de Ercolini.
Ahora será la Cámara Federal porteña la que deberá revisar el procesamiento de Macri. Es el mismo tribunal que en diciembre sostuvo que no hubo un plan sistemático de espionaje durante el gobierno de Cambiemos y convalidó la teoría de que los espías, en realidad, actuaban por su propia cuenta.