La ciencia en primer plano. La educación como motor del desarrollo. En esta apertura de sesiones, el presidente Alberto Fernández eligió priorizar los proyectos de Ciencia y Tecnología entre las líneas de gestión que anunció para el año legislativo: “El futuro exige darle gran impulso a la ciencia y a la tecnología” enfatizó. De ahí que, entre los anuncios Fernández confirmó que el Congreso recibirá para su tratamiento, el proyecto de Ley del Plan Argentino de Ciencia y Tecnología 2030. Algo esperado con expectativa desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología que conduce Daniel Filmus para la propuesta de producción de conocimiento, desarrollo tecnológico e innovación.
El Plan 2030 fue “debatido y concertado con los actores de la comunidad científica, universitaria y productiva del país” señaló Fernández en el Congreso sobre el proyecto consensuado en 2021. Y añadió a la decisión de incentivar la producción de conocimiento, la condición de “federalizar la ciencia, agregar valor” y sobre todo “fortalecer las cadenas productivas con tecnología”, explicó. La producción de vacunas, la promoción del cannabis medicinal y del cáñamo industrial, y alentar la industria del software junto al desarrollo digital federal, complementaron los ejes en el área.
“La idea es que el Plan de Ciencia marque las prioridades nacionales y federales hacia el 2030 –explicó Filmus a Página/12–, está enmarcado en la Ley de Ciencia –ya aprobada–, pero por primera vez vamos a tener una legislación que permita que un plan de esta naturaleza no dependa de políticas pendulares para ser cumplido, no como en los 4 años de macrismo, en que en todo se volvió para atrás” sostuvo el ministro.
“Estoy convencido que en educación como en ciencia, los argentinos y argentinas debemos avanzar hacia políticas de Estado. Es por ello que en los próximos días estaré enviando a este Congreso Nacional el proyecto de Ley del Plan Argentino de Ciencia y Tecnología 2030 que fue debatido y concertado con los actores de la comunidad científica, universitaria y productiva del país” afirmó Fernández, luego de agradecer al Congreso haber aprobado justamente las Leyes de Financiamiento de la Ciencia y la de Economía del Conocimiento, fundantes para el proyecto de tecnología que se prevé.
Con esta legislación de financiamiento “podremos alcanzar en los próximos años una inversión de más del 1 por ciento del PBI, lo que implica multiplicar por 4 el presupuesto actual” detalló Fernández. Y se garantizará “que la inversión pública traccione también inversión privada en investigación y desarrollo”, completó. En un esquema que parece ir de lo básico a lo complejo para las políticas públicas del sector, el presidente destacó la inversión en conectividad y en edificios educativos, donde se estima la expansión desde el nivel inicial al universitario. Y optimizarlo con la distribución de computadoras entre “docentes de nivel primario, de gestión pública”, detalló el presidente.
En rubros complementarios a los andariveles educativos, técnicos y científicos, compartió la convicción de “avanzar decididamente en la producción de vacunas”. Y darle potencialidad al desarrollo “del cannabis medicinal y del cáñamo industrial”, como producciones alternativas, sustentables y competitivas. Para ilustrar las ventajas del desarrollo tecnológico subrayó, en otro tramo del discurso, un dato no menor: la generación de empleo que ya produce la industria del software con “más de 135 mil puestos registrados, un récord histórico”, describió.
El Plan de Ciencia contempla dos agendas, agregó Filmus, una sectorial y otra federal. “En la sectorial, biotecnología, nanotecnología, energía nuclear o transición energética son prioridad, junto industria como el software, pero también aborda temas sociales: educación, seguridad, justicia y pobreza, centrales en investigación de cara al 2030”, detalló. La agenda federal apunta a la financiación ya que hoy el 85 por ciento está concentrado en la zona metropolitana y la región central” afirmó el ministro.
Federalizar e innovar
Lo sectorial se discutió con universidades, terciarios, el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), la CGT. “Con los trabajadores, los movimientos sociales y los empresarios –amplió Filmus–, la idea es focalizar en áreas donde Argentina centre su gestión y sus esfuerzos en ciencia”. En la agenda federal del plan “cada región y provincia propuso sus objetivos. Esto es importante porque se avanza así, hacia lo que establece la Ley de Financiamiento de la Ciencia, que consigna que el 20 por ciento de la inversión tiene que ir a federalizar la producción científica, para salir del actual esquema centralizado» sostuvo el ministro antes de abordar el avión que lo llevaría a firmar dos importantes acuerdos con los gobernadores de Chaco (Jorge Capitanich) y de Formosa (Gildo Insfrán) a propósito de la agenda federal de su gestión. “Son proyectos de más de 500 millones de pesos cada uno, que se destinan a las prioridades que estos gobernadores definieron como fundamentales para sus provincias”, indicó.
Para Fernández, la federalización es hoy un objetivo amplificado. “Uno de los grandes objetivos del presente año –sostuvo– será iniciar un enorme proceso de federalización de la ciencia. Agregar valor, fortalecer las cadenas productivas con modernas tecnologías allí donde está la producción primaria permitirá abrir numerosas fuentes laborales”. Y entre esas producciones alentó alternativas de perfil innovador y competitivo, como ejemplos: cannabis medicinal y cáñamo industrial.
“Sabemos que, en el mundo, el mayor valor agregado es el conocimiento –aporta la diputada y educadora Mara Brawer–, los países más ricos son los que disponen del conocimiento para valorizar sus materias primas, esto se potencia con producciones alternativas y sustentables como el cáñamo”. La diputada, quien presentó el proyecto de promoción del cáñamo industrial agrega: “En la agenda ambiental del Siglo XXI, esta condición es valorada y reconocida”. En tanto sobre el cannabis medicinal, se proyecta que la industria mundial triplicará su volumen de negocios en los próximos 4 años.
El futuro “es con la educación en el centro de nuestras prioridades” sintetizó el presidente. “Cada peso invertido en educación es un peso invertido en el futuro de la Argentina. Seguiremos construyendo nuevos edificios, dotando de equipamiento y de toda la infraestructura necesaria, con un Programa especial para nuevos jardines de infantes. Construiremos 100 edificios integrados para la Educación Técnica Profesional y mejoraremos la infraestructura existente. Continuaremos con el Programa de Infraestructura Universitaria”, desagregó Fernández en torno a lo educativo antes de anunciar el envío del Plan de Ciencia 2030 para su aprobación. Algo que Filmus alienta a convalidar en el Congreso Nacional.
“Así como las leyes de Economía del Conocimiento y Financiamiento fueron votada por unanimidad, aspiramos a que el Plan de Ciencia 2030 sea una política de Estado, porque nada de lo que se hace en el área es a corto plazo” sostuvo el ministro. Y para concluir, señaló: “Es necesario el compromiso de todos los actores involucrados, para que esto se pueda llevar adelante”.