En los institutos militares de formación de oficiales se empezará a estudiar, como contenido obligatorio, la historia de María Remedios del Valle afrodescendiente, conocida como «La Madre de la Patria» y nombrada por el general Manuel Belgrano como capitana de su ejército. También, textos que abordan el por qué de la dificultad de aceptar a las mujeres en el Cuerpo de Comando –el más alto nivel de conducción de las FFAA– y libros de juristas feministas como la costarricense Alda Facio para analizar la justicia “con lentes de género”. Los cambios son parte del Plan Integral de Políticas de Género, aprobado por el ministro de Defensa Jorge Taiana, que retoma las transformaciones iniciadas en esa línea por Nilda Garré –durante la presidencia de Néstor Kirchner–, primera y única mujer que ocupó esa cartera en toda la historia argentina. Entre las acciones que se llevan adelante desde la Dirección de Políticas de Género, a cargo de Laura Masson, se empezó a capacitar en Ley Micaela –con cursos de una carga horaria de 24 horas y evaluaciones– a los altos mandos: en total ya la recibieron unos 4500 militares y los primeros capacitados fueron los jefes de cada Fuerza.
La incorporación de las mujeres a las Fuerzas Armadas ha sido, tal vez, el hecho cultural más trascendente en el ámbito militar desde la recuperación de la democracia. Cómo nombrarlas es todavía tema de debate. Masson revela que las jóvenes oficiales en términos generales no están de acuerdo en la feminización de las denominaciones de los grados y los cargos. “No se sienten identificadas cuando las llaman Capitana, sino que prefieren ser “la Capitán”. Consideran que deben ser ellas quienes decidan la forma en que deben ser nombradas y no que ese nombre sea resultado de una “imposición” ajena a la Institución. Este tema, pendiente de resolución, muestra que no se resuelve desde una mirada única y requiere que las mujeres militares puedan pensarse a sí mismas desde una perspectiva de género”, apunta la funcionaria.
Por más mujeres en altos mandos
Uno de los objetivos del Plan Integral de Políticas de Género, aprobado en agosto por Taiana, es promover las carreras de mujeres en el Cuerpo de Comando, las altas jerarquías, donde todavía representan apenas el 7 por ciento del total y el mayor rango que han alcanzado por el momento es de mayor del Ejército y el equivalente en otras fuerzas. Estiman en el Ministerio que faltarían entre 10 y 15 años para que alguna de esas mujeres llegue a General.
En la actualidad, del total del personal militar, 82.283 personas, incluidos soldados voluntarios, el 19,5 por ciento son mujeres: 14 por ciento en el Ejército, 22 por ciento en la Armada, 28 por ciento en la Fuerza Aérea.
En el año 2010, las mujeres de Cuerpo Comando representaban el 2 por ciento del total de efectivos en el Ejército Argentino, mientras que ahora ese porcentaje ascendía a 6 por ciento. En la Armada el número de mujeres es aún mayor, pasó de un 2 por ciento inicial a un 9 por ciento. En la Fuerza Aérea, para los mismos años, los porcentajes son 0,76 por ciento y 5,4 por ciento. Esto suma un total de 1,58 por ciento de mujeres militares en el Cuerpo Comando en el año 2010 a casi 7 por ciento en algo más de una década.
El máximo grado alcanzado por una oficial es el de Mayor (Ejército Argentino), Teniente de Navío (Armada) y Capitán (Fuerza Aérea), mientras que en el Cuerpo Profesional, es General y sus equivalentes en las demás fuerzas.
Cursos para abrir cabezas
Las políticas de género en el ámbito de la Defensa en la Argentina han sido una referencia a nivel regional. Iniciativas como la Diplomatura de Género y la Especialización en Políticas de Género en la Gestión Institucional, ambas pertenecientes al Instituto de Derecho Aeronáutico y Espacial de la Fuerza Aérea, son pioneras en incorporar la formación con perspectiva de género en las Fuerzas Armadas.
Siguiendo ese camino, este lunes empieza la formación en perspectiva de género de docentes e instructores del Colegio Militar, la Escuela de Aviación Militar y de la Escuela Naval, los tres institutos de formación militar. El curso se divide en tres bloques: Historia y Teoría de las Organizaciones, Derecho y Mando y Liderazgo. En cada temática se incluyó bibliografía nueva, que analiza la realidad de las mujeres y disidencias en distintos ejes, explicó a Página 12 Laura Masson, directora de Políticas de Género de la cartera, desde 2020, y una gran conocedora de las fuerzas armadas, como investigadora, académica e integrante del Consejo de Políticas de Género del Ministerio de Defensa desde sus inicios, cuando lo creó Garré en 2007. “Durante los cuatro años de macrismo las políticas de género en el sector se fueron diluyendo”, señaló Masson.
Entre las acciones que se tomaron durante la gestión de Alberto Fernández, una fue la creación de una Diplomatura “Transversalización de la Perspectiva de Género en las Fuerzas Armadas”, en colaboración con la Universidad de la Defensa Nacional, que nuclea a los institutos militares de formación. “Estuvo dirigida a los equipos de las Oficinas de Género y los Equipos de Violencia Intrafamiliar de las Fuerzas Armadas”, explicó la funcionaria. Ya la hicieron 195 personas. El curso estuvo compuesto por cuatro módulos en los que abordaron nociones básicas de políticas públicas con perspectiva de género, la normativa nacional, regional e internacional sobre la materia, los conceptos fundamentales sobre violencia en razón de género y contra las mujeres y la normativa específica del ámbito de la defensa, además del análisis de casos, detalló.
En diciembre de 2021 Taiana jerarquizó las áreas de género con la creación de tres departamentos que antes eran oficinas. “Hoy tenemos 3 departamentos de Género y 20 Oficinas”, destacó Masson. Las primeras oficinas se crearon en 2008. Cumplen tres funciones principales: recibir denuncias por violencia y discriminación por razones de género, asesorar a víctimas como a la superioridad y capacitar, agregó la funcionaria.
El Plan Integral de Políticas de Género del Ministerio tiene diez lineamientos, entre ellos, figuran:
• La unificación de criterios en las tres fuerzas para poder aplicar políticas públicas de género.
• La prevención de la violencia de género.
• La promoción de carreras de mujeres sobre todo de oficiales en el Cuerpo Comando, cuyos integrantes son los únicos que pueden dirigir las fuerzas.
Licencias por violencia de género
La primera resolución que firmó el Ministerio de Defensa en 2020, a poco de asumir el nuevo gobierno, fue la creación de una licencia para quienes sufren violencia por razones de género. “La idea es que no se tenga que tomar una licencia psiquiátrica –como ocurría habitualmente– porque en las Fuerzas Armadas eso lleva a la baja dado que hay uso de armas de fuego”, detalló Masson.
“El Ministerio de Defensa, durante la gestión de Nilda Garré, fue el primero de los ministerios en incorporar políticas de género. Ya pasamos del impacto inicial. Hoy las fuerzas se han apropiado de estas políticas y estamos trabajando de manera mucho más articulada. Tenemos mesas de trabajo para la transversalización de las políticas de género, donde están los directores generales –que tienen rango de coronel o general y sus equivalentes en otras fuerzas– de Personal, de Salud, de Educación, de Asuntos Jurídicos y las jefas de los Departamentos de Género. Con los directores generales de Educación de cada fuerza definimos la bibliografía para el curso que empieza este lunes para docentes e instructores de los institutos de formación de oficiales”, señaló Masson.
En cuanto al desarrollo profesional de las mujeres, Massondestaca algunas carreras, como la de laTeniente Sofía Vier, que en 2020 se convirtió en la primera mujer en la historia de la aviación de la Fuerza Aérea Argentina en realizar el denominado “Vuelo Solo” en un avión de caza. En mayo de este mismo año, Elisa Roth, fue la primera oficial mujer en la Infantería de Marina de la Armada.En el Ejército, la Mayor Julieta Retamar es la primera jefa de la Agrupación Montada del Colegio Militar de la Nación. En el acto que encabezó el Presidente AF el jueves en el CCK, para inaugurar la tercera edición de “Nosotras Movemos el Mundo”, fue distinguida — entre otras mujeres y personas tras–, la suboficial Denis Martínez por su trabajo como operadora de carga en el avión Hércules C-130 durante la pandemia.