En un clima más cordial aunque con varios dardos de propios y ajenos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, junto a otros funcionarios del área económica presentaron el acuerdo con el FMI ante la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado. Aunque se presume que la votación volverá a ser favorable al Ejecutivo, el debate volvió a dejar tela para cortar en relación a la interna política que sufre el Frente de Todos. También hubo referencia a la situación de las retenciones, en donde se evalúa la suba para subproductos del agro. Guzmán dijo que la situación extraordinaria de los precios internacionales a causa de la guerra requiere que el Estado tenga más herramientas de intervención.
Primero fue el turno de la exposición del ministro Guzmán y del jefe de Gabinete, Juan Manzur. «El acuerdo va a permitir construir certezas en un contexto de incertezas, a partir de poder contar con financiamiento para afrontar vencimientos acordados en 2018 y darle continuidad a fuerte recuperación económica que vive la Argentina», señaló Guzmán. Recalcó que «poder darle tratamiento legislativo fue de mucho valor. Por primera vez en la historia argentina podemos tener este debate, lo cual es un paso adelante para nuestra república a la hora de fortalecernos como Estado nación. No es sano que un gobierno de turno pueda actuar sin un amplio respaldo».
Por su parte, Manzur consideró que «este acuerdo, que hoy está aquí en el Senado de la Nación, es el mejor acuerdo posible» y repitió la indirecta a la tropa propia que lanzó en Diputados diciendo que “una mirada crítica no es razón para alentar el voto en contra en esta particular coyuntura”.
Cruces I
Por el lado de la oposición, Victor Zimmermann (UCR-Chaco), destacó la voluntad del Ejecutivo «para evitar un default de la deuda y de la oposición de Diputados en el acompañamiento a la iniciativa». Consultó al Gobierno sobre posibles revalúos fiscales, aumento de retenciones y variaciones tarifarias. También cuestionó que el programa acordado con el FMI apunta a establecer tasas reales de interés, lo cual complicaría el financiamiento para la producción.
Guzmán respondió que «el déficit fiscal se va a reducir sobre la base de una política que apuntale la recuperación económica. Se busca una expansión moderada del gasto real, más inversión en obra pública y la reducción de subsidios energéticos». En tanto, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, dijo que «la suba en los ingresos la estamos pensando mejorando la base imponible de los sectores de mayores ingresos». Se refirió al impuesto a los Bienes Personales como un tributo progresivo y a la decisión de revaluar los inmuebles porteños multiplicando los valores por cuatro.
En tanto, Gladys González (Juntos por el Cambio-Buenos Aires), preguntó a Guzmán cómo va a hacer el Gobierno para reducir subsidios en el actual escenario de fuerte suba de los precios internacionales y en medio del aumento de la cantidad de hogares que reciben beneficios a raíz de la ley de zonas frías votada el año pasado.
«Hay un firme compromiso de alcanzar el objetivo de reducción de subsidios», repitió Guzmán, y contó que luego de su reunión con las empresas petroleras en Houston, Estados Unidos, recibió mensajes de interés para invertir en producción e infraestructura energética. También dijo que el sector energético requiere de facilidades de acceso al mercado de cambios «para que haya inversiones de escala».
Por su parte, Alfredo De Angelis (Juntos por el Cambio-Entre Ríos), preguntó a Guzmán si el Gobierno va a subir o no las retenciones. El ministro dijo que el mundo experimenta un shock de precios en alimentos y que «no hacer nada implica que esa situación resulte en una presión adicional para millones de hogares argentinos. Las decisiones que se tomen tienen que ver con la naturaleza del problema que enfrentamos, que tiene pocos precedentes a nivel global». En tanto, Manzur, dijo que «esto tenemos que entenderlo en un contexto de excepcionalidad absoluta».
Martín Lousteau (UCR-CABA) le pidió a Guzmán que «explique claramente cuáles serían las consecuencias de un no acuerdo» y recordó la posición del oficialismo en Diputados, que no acompañó plenamente la propuesta del Ejecutivo».
Cruces II
Hacia adentro de la tropa propia, Maurice Closs (Frente de Todos-Misiones), dijo que «no es un acuerdo fácil de votar porque ningun acuerdo con el Fondo es fácil de votar, aunque es sumamente necesario en este estado de situación del país«. Preguntó a Guzmán «en qué momento se dio cuenta de que no iba a poder lograr ni quita ni mayores plazos ni una baja de los sobreintereses».
Guzmán respondió que «el Fondo no realiza quitas, para que haya cambios en condiciones generales debe haber disposición de parte de los países que integran el organismo. Argentina planteó en el ámbito multilateral la importancia de una línea de resiliencia y sostenibilidad y el G20 apoyó esa premisa. Se va hacia eso. En el tema de sobrecargos, la discusión todavía continúa».
El senador Guillermo Snopek (Frente de Todos-Jujuy), preguntó a Guzmán si «el Ministerio de Economía sabe cuántos argentinos duermen en la calle» y cuestionó al Ministerio de Trabajo «por no contar con un plan de inclusión laboral».
El titular de Hacienda le respondió que «todo lo que hacemos busca resolver los problemas de pobreza e indigencia y que haya mejores oportunidades de trabajo. Para eso es importante resolver los principales problemas macroeconómicos y evitar que se materialice una situación de enorme daño para Argentina».
Por su parte, Marcelo Lewandowski (Frente de Todos-Santa Fe), le dijo que Guzmán que «preocupa el incremento del costo de la canasta básica, más allá de la guerra en Ucrania» y agregó en relación al tema de la suba de las retenciones que «ojalá las medidas lleguen a la mesa de los argentinos, porque muchas veces son más las distorsiones que el beneficio que se termina generando».