A horas de aprobarse en el Senado el acuerdo con el Fondo Monetario (FMI), el organismo blanqueó algo que existe de manera escrita en el Memorando de Entendimiento alcanzado con Argentina, pero que es la primera vez que se expone verbalmente con tanta amplitud: las complejidades que ya hay sobre las metas pautadas a raíz del conflicto bélico en Europa. La referencia es para la coloquialmente descripta cláusula «Ucrania».
El vocero del Fondo, Gerry Rice, expresó al respecto que será «una tarea desafiante a la luz de la coyuntura mundial», signada por la guerra en Ucrania y consecuente aumento en el precio de las materias primas «que ya está afectando la inflación» en las economías emergentes, llevar adelante el programa acordado con la Argentina en el marco de la renegociación de la deuda. A la vez que señaló que «un amplio apoyo político y social sería fundamental para el éxito general» de esos lineamientos.
En su habitual conferencia de prensa quincenal, el funcionario se referió específicamente al caso argentino y precisó que el programa que implica el acuerdo, de 30 meses de duración, «busca comenzar a reducir la persistente alta inflación a través de una estrategia múltiple que implica una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal, y un nuevo marco para la implementación de la política monetaria para generar tasas de interés reales positivas, para respaldar los activos en pesos».
Esto, por supuesto, continuó Rice, «será una tarea desafiante a la luz de la coyuntura mundial en evolución, ya que el aumento de los precios de las materias primas está afectando la inflación en todo el mundo». Así, dio respuesta a una consulta puntual del posible impacto de la coyuntura de la guerra en la inflación y las metas del programa que cerró el ministro de Economía, Martín Guzmán.
En este punto, Rice precisó que «la Argentina, al igual que otras economías emergentes, ya se está viendo afectada por la guerra en Ucrania, incluso con el aumento de los precios mundiales de las materias primas que ya está afectando la inflación». En ese marco, el vocero que responde a Kristalina Georgieva sostuvo que, pese a que el equipo técnico está evaluando el impacto de la guerra sobre el crecimiento, y los saldos externo y fiscal, «las incertidumbres siguen siendo grandes y dependen de la duración del conflicto», en referencia al conflicto.
Por otra parte, consideró que «creemos que un amplio apoyo político y social en la Argentina sería fundamental para el éxito general del programa económico. Ya sabes, la propiedad amplia, el amplio apoyo político e interno es clave», consideró Rice, luego de rehusarse a opinar sobre la postura de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su espacio, ante una consulta periodística, acerca del entendimiento entendimiento técnico alcanzado por el Poder Ejecutivo en la renegociación del inédito préstamo por unos 45.000 millones de dólares contraído por la gestión de Mauricio Macri en el último tramo de su mandato. «No comentamos sobre política interna», respondió el portavoz.
Esta apelación al apoyo amplio tiene varias lecturas: la primera es que el FMI busca cohesión en la votación para que, cualquiera sea el que quede al frente del Gobierno en el 2023, esté al tanto de cuáles son las condiciones políticas y económicas bajo las cuales se cerró el programa de Facilidades Extendidas, que reemplaza al Stand By de Macri. La segunda, en tanto, es que al FMI sólo le interesa una votación positiva en el Congreso como muestra de que el apoyo es amplio. Naturalmente, la apelación no se refiere a las internas del Gobierno por el caso de la deuda, algo que al organismo no le altera las condiciones.
Por último, Rice manifestó que si progresa el nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad, que prevé líneas más flexibles para los países y que está en discusión en el FMI, la Argentina podría ser elegible en el futuro. «Si el Directorio Ejecutivo del FMI estableciera una nueva facilidad con un período de reembolso más largo para el cual Argentina fuera elegible, el personal del FMI sin duda estaría feliz de trabajar con las autoridades argentinas para facilitar la solicitud de apoyo», tanto para la Argentina como para otros países miembro.
En ese marco, no obstante, señaló que, como siempre, «una solicitud de financiamiento de cualquier facilidad, está sujeta a la aprobación de nuestra Junta». Al respecto, Rice destacó que «se espera lograr un mayor progreso para el momento de las Reuniones de Primavera» en abril próximo.