La investigación pudo ser abierta en Francia ya que la Interpol tiene su sede en tierras galas, mientras que la fiscalía antiterrorista se puso al frente de la investigación por tener competencia sobre crímenes de lesa humanidad. Según la denuncia de la GHCR, Al-Raisi -durante su gestión en Emiratos Árabes Unidos- fue uno de los responsables de las torturas infligidas al opositor emiratí Ahmed Mansoor.
«Estamos convencidos de que la elección del general Al-Raisi afectaría la misión y la reputación de Interpol», escribieron en esos días tres eurodiputados, entre ellas la presidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Marie Arena, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Los estatutos de Interpol conceden al presidente un papel honorífico, mientras que el verdadero responsable de la organización de polícia criminal intenacional es el secretario general, Jürgen Stock, quien fue reelegido en 2019 para un segundo mandato de cinco años. Uno de los motivos que explica el por qué de la elección de Al-Raisi es que Emiratos Árabes Unidos es el segundo contribuyente de la Interpol.
La denuncia contra Al-Raisi y la sombra de Emiratos Árabes
El Centro del Golfo para los Derechos Humanos acusó al general emiratí de «actos de tortura y barbarie» contra el opositor Ahmed Mansoor, detenido desde 2017 en una celda de cuatro metros cuadrados «sin colchón ni protección contra el frío», ni «acceso a un médico, a higiene, a agua o a instalaciones sanitarias».
En tanto, en octubre de 2020, 19 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Human Rights Watch (HRW), ya se inquietaban por la posible elección del general emiratí, a quien consideraban «miembro de un aparato de seguridad que toma sistemáticamente como objetivo la oposición pacífica».
Elegir al general Al Raisi enviará «una señal a otros regímenes autoritarios» de que usar Interpol para perseguir opositores en el extranjero «no es un problema», explicó antes de la elección Edward Lemon, de la Universidad A&M de Texas y especialista en regímenes autoritarios, según había publicado la agencia AFP.
Un informe británico en marzo concluyó que los Emiratos habían usado el sistema de búsqueda internacional para presionar a opositores. Lemon aseguró que Emiratos Árabes donó más de 56 millones de dólares a Interpol en 2017, una suma casi igual a las contribuciones estatutarias de los 195 países miembros de la organización, que fue de más de 67 millones de dólares en 2020.