Carlos Pedro Tadeo Blaquier no se sentará en el banquillo de los acusados por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la zona de influencia del ingenio Ledesma, la empresa que él lideró durante décadas. El Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy que debía juzgarlo consideró por mayoría que el empresario de 94 años no está en condiciones de afrontar un juicio oral y público. Para llegar a este resultado, Blaquier contó con la inestimable ayuda de la Cámara Federal de Casación Penal y de la Corte Suprema, que demoraron durante casi ocho años el proceso que incluye los secuestros y desapariciones ocurridos durante las Noches del Apagón.
Este miércoles, los jueces Gabriela Catalano y Abel Fleming decidieron dejar fuera del juicio a Blaquier después de un largo debate acerca de si estaba en condiciones psíquicas de estar en el banquillo. La tercera integrante del TOF, Alejandra Cataldi, consideró que debían repetirse los estudios sobre el empresario –como había reclamado la fiscalía y las querellas–.
Al año siguiente, la Cámara Federal de Salta confirmó el procesamiento de Blaquier, que debió haber seguido su camino hacia el juicio oral. Sin embargo, en marzo de 2015, la Cámara Federal de Casación Penal –con los votos de Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Gustavo Hornos– revocó su procesamiento y le dictó una falta de mérito que paralizó el trámite.
La Corte recién resolvió en julio del año pasado –seis años y medio después– que la Casación había obstaculizado indebidamente el juicio contra uno de los hombres más poderosos del país. Después de intentar frenar la elevación a juicio, la defensa de Blaquier –encabezada por el excamarista Jorge Valerga Aráoz– invocó razones de salud. El Cuerpo Médico Forense (CMF) dijo que no estaba en condiciones de ser parte del proceso.
El tiempo jugó a favor de Blaquier. El exadministrador del ingenio Alberto Lemos no tuvo la misma suerte y deberá afrontar el juicio en el que se discutirá la responsabilidad de una de las empresas más influyentes de la Argentina en delitos de lesa humanidad.