Al igual que quienes hicieron uso de la palabra, el máximo mandatario hizo foco en la necesidad de políticas de Estado que den previsibilidad a los actores de cada campo, brindó elogios para los científicos argentinos y se mostró a favor de la cooperación público-privada en el área de la innovación.
En varios párrafos, se dedicó a recordar las decisiones de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner para impulsar leyes estratégicas y para crear el Ministerio de Ciencia, y también recordó que la actual ley prorroga una iniciativa que, en su origen, presentó el senador de la Unión Cívica Radical por Chaco, Víctor Zimmermann.
“La soberanía no es una palabra política, es tener la capacidad de ser autónomos y crecer sin depender de otros. Dejemos de convertir estos temas en temas de disputas”, concluyó el Presidente su discurso.
La importancia de invertir en la ciencia
Por su parte, Filmus también hizo eje sobre la necesidad de dar continuidad a los proyectos, y afirmó que nada de esto se puede hacer “si se miran los calendarios electorales”.
En ese sentido, comentó que el Congreso ya sancionó la ley de financiamiento de la Ciencia y que ya comenzó a trabajar en una legislación que ordene cuál es el destino de esos fondos.
Mientras resonaban en el auditorio las ideas del premio Nobel Bernardo Houssay que rezan que “La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”, que habían sido repetidas por la presidenta de la Fundación Argentina de Nanotecnología, Filmus defendió la inversión pública y destacó que esa área es especialmente próspera para la colaboración con el mundo privado.
Mientras Argentina invertirá el 0.34 por ciento de su producto en 2023 para ciencia, “Israel invierte el 5 por ciento, pero solo el 1,3 es público”, matizó el ministro.
A su turno, Sujarchuk enumeró una cadena de hitos, cuyo inicio se remontó a la gratuidad universitaria dictada por el peronismo y que se puede rastrear hasta la creación del Ministerio de Ciencia durante el gobierno de Cristina Fernández y a la secretaría de la Economía del Conocimiento durante la administración de Alberto Fernández.
Respecto de la nueva ley, Sujarchuck comentó que extiende los beneficios originales hasta 2034 e incorpora la idea de la nanotecnología formalmente. “En 12, 13 años, vamos a recordar este día como indeleble para el crecimiento de la ciencia, de la bio y la nanotecnología”, añadió.
Además, adelantó que está en estudio un Decreto de Necesidad y Urgencia para que las empresas del sector “que hacen incremento de las exportaciones tengan una ventaja cambiaria”.
Los alcances de la ley de Bio y Nanotecnología
La ley fue aprobada el 1 de septiembre pasado por el Senado y era una de las normas pedidas por el ministro de Economía, Sergio Massa, tras su asunción en el cargo el 3 de agosto último.
El proyecto permite que quienes accedan al régimen de promoción puedan obtener beneficios de amortización acelerada del Impuesto a las Ganancias en una cuota, devolución anticipada del IVA y el otorgamiento de un bono de crédito fiscal correspondiente al 50 por ciento de los gastos pagados destinados a las contrataciones de servicios de investigación y desarrollo con instituciones del Sistema Público Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Asimismo, crea una Comisión Consultiva, integrada por las instituciones del Sistema Público Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, junto a otras entidades públicas y representantes del sector privado.
También se da origen al Registro Nacional para la Promoción de la Nanotecnología que se suma al Registro Nacional para la Promoción de la Biotecnología Moderna.
De acuerdo con datos del Ministerio, hay 220 empresas consolidadas en la Argentina y más de 100 startups (empresas nuevas). La facturación es de 2.100 millones de dólares y 220 millones de dólares en exportaciones.
Hay más de 2800 investigadores y becarios en 71 institutos, y son 73 las empresas de articulación sectorial sectorial a través de la Fundación Argentina de Nanotecnología.