La curiosa sociedad Salvattore Group, armada por la ex Miss Argentina Carolina Gómez Mónaco y Fernando Daga, ambos colaboradores del diputado Gerardo Milman fue intervenida por el juez en lo Comercial Pablo Frick. La medida fue pedida por la Inspección General de Justicia (IGJ) a raíz de una larga serie de irregularidades. La modelo y el asesor armaron la sociedad en septiembre de 2017 justo cuando ella fue designada por Milman y Patricia Bullrich –entonces a la cabeza del Ministerio de Seguridad– como directora de la Escuela de Inteligencia Criminal. La muchacha no tenía antecedente alguno. También Milman nombró como jefa administrativa de Inteligencia Criminal a la hermana de Carolina, Daniela, quien pasó a manejar fondos oficiales y fondos reservados de esa dirección estratégica. En forma simultánea, empezó a funcionar, de la mano de Salvattore Group, un lujoso centro de estética en Corrientes 1135, a pasos del Obelisco. “Todo indica que la sociedad es una pantalla, que Milman está detrás y que los socios son testaferros”, diagnosticó en su momento Ricardo Nissen, titular de la IGJ, que promovió la acción judicial.
El juez Frick ordenó la intervención de Salvattore Group por seis meses y le dio facultades a la interventora designada para controlar y vigilar la marcha de la actividad social. La IGJ, como resultado de un sumario iniciado cuando se produjo el atentado contra Cristina Kirchner, pidió directamente la nulidad de Salvattore y el magistrado tomó un camino provisorio: la intervención. A mitad de año resolverá los pasos a seguir.
Gómez Mónaco, ex Miss Argentina, saltó a la fama porque estaba con Milman en la confitería Casablanca dos días antes del atentado contra CFK, cuando el diputado fue escuchado diciendo: “Cuando la maten, voy a estar camino a la Costa”. Puesto el foco después en Gómez Mónaco se conocieron sus designaciones y los negocios poco explicables.
Al mismo tiempo que la nombraron en Seguridad, en tiempos de Bullrich-Milman, Gómez Mónaco puso en marcha el centro de estética Luxa. En el mismo local, empezó a funcionar Luxa Models, escuela de moda, modelos profesionales, protocolo y ceremonial. Y, de inmediato, se inauguró Top Studio Obelisco, centro de danzas y fitness. La cobertura de esos emprendimientos fue Salvattore Group. Todo fue denunciado por el abogado Yamil Castro Bianchi, quien parte de la hipótesis de que la sociedad y los emprendimientos se pusieron en marcha con dinero salido del Ministerio de Seguridad.
Según la IGJ, las anomalías son varias:
* La sociedad se inscribió en 24 horas en septiembre de 2017.
* En los papeles recién empezó a operar el 30 de junio de 2019, con los dos empleados de Milman, de 27 y 30 años, como únicos socios.
* El domicilio declarado no coincidía con el real.
* Nunca presentó libros contables ni balances ni actas ni asambleas ni reuniones de socios.
* La sociedad no tiene cuentas bancarias ni dinero en caja. No registra ventas.
* Cuando consultaron con el sistema Nosis, los especialistas de la IGJ determinaron que la facturación anual oscilaba entre 10 y 50 millones de pesos, depende el año.
A semejante cuadro, se agregaron otros elementos más que sospechosos de la actividad de Milman:
* Las actuales autoridades del Ministerio de Seguridad presentaron denuncia penal contra Bullrich y Milman porque justamente en el área de Inteligencia Criminal se designaron 18 espías que debían aportar datos sobre las distintas bandas delictivas. De los 18, sólo se identificó a tres, dos de los cuales dijeron que nunca trabajaron ahí. El tercero resultó un puntero político de Tres de Febrero, distrito gobernado por el PRO.
* Milman apareció utilizando un vehículo Peugeot 2008 Sport a nombre de una empresa privada de blindajes. El auto fue interceptado porque una joven allegada a Milman lo manejaba utilizando un registro apócrifo.
* Se descubrieron facturas de Milman a esa empresa privada por más de 1 millón de pesos por servicios de asesoramiento incompatibles con su pertenencia a la Comisión de Seguridad de Diputados. Hay además una factura a un Centro de Estudios encabezado por Bullrich y dos facturas generosas -665 mil pesos- a una joven venezolana que vive en una humilde vivienda de Tigre. La chica figura como irrecuperable desde el punto de vista crediticio, o sea nunca le pagó semejante dinero a Milman. La factura pinta como falsa.
* El legislador registra asombrosos alquileres por valores altísimos en dólares y que no se condicen con sus ingresos. Una chacra lujosa en un club de campo de Exaltación de la Cruz (las expensas son 120 mil pesos), una casa en Pinamar por este enero, un departamento en la calle Posadas de Recoleta. Según calcularon en el programa Argenzuela, de C5N, los alquileres suman más de 50 mil dólares en 2022.
Por ahora, ningún dirigente del PRO salió a dar explicaciones. Bullrich tomó la decisión de esconder a su ladero preferido. Y ahora termina intervenida por la Justicia la sociedad que armaron dos de sus empleados -tiene 34 empleados y asesores en Diputados- dándole la razón al titular de la IGJ, quien calificó a Salvattore Group como una “sociedad pantalla”. Es decir, falsa.