Recién llegado de Estados Unidos, Alberto Fernández dio definiciones sobre la próxima elección presidencial. El mandatario insiste en mantener en suspenso su candidatura y remarcó que trabaja para que «no vuelvan al poder quienes nos dejaron esta deuda maldita con el Fondo Monetario Internacional». En ese sentido, el jefe de Estado vuelve a pedir que se acallen las diferencias internas de la alianza oficialista cuando, dentro de las opciones electorales, se encuentran candidatos como Javier Milei, a quien Fernández describió como «una amenaza a la democracia».
«Los totalitarios se valen de la democracia para acceder al poder. Hay que abrirle los ojos a la gente y advertir que, por muy desalentada que esté, esos caminos no son saludables para el país ni para una sociedad, definitivamente», subrayó. El dictador genocida Adolf Hitler, recordó sobre este punto, «no llegó en un golpe de estado, llegó votado por los alemanes».
Las sociedades, consideró Fernández, «están polarizadas en todo el mundo» y esto ha dejado una insatisfacción que se traduce en un enojo con la política. «Todo lo que se demuestre antisistema acumula, y todo eso polariza. La paralización lleva años en la Argentina, y no es un fenómeno argentino, se da en todo le mundo», observó en ese sentido.