Adolfo Enrique Sandoval Farías había desaparecido en Comodoro Rivadavia en 1993 cuando le dijo a su esposa que iba hasta el kiosco a comprar cigarrillos y volvía, pero nunca regresó. El hombre, de nacionalidad chilena, fue hallado 30 años después en la localidad de General Conesa, Río Negro, y dio una insólita explicación sobre su desaparición.
El hecho había conmovido al barrio Máximo Abásolo, donde una de las noches de entre el 10 y 15 de febrero del ‘93, Sandoval Farías le había dicho a su pareja: “Voy hasta el kiosco de la esquina a comprar cigarrillos y regreso”. En ese momento, el hombre tenía 32 años.
Su esposa radicó la denuncia, pero nunca se obtuvieron datos sobre el paradero de Sandoval Farías hasta ahora, cuando fue encontrado en la localidad de General Conesa, Río Negro, tras una ardua investigación.