Este 18 de diciembre el icónico guitarrista de la banda británica, cumple 80 años, tras una carrera que sigue sonando, llena de hitos y anécdotas como también una relación fraterna con el líder del grupo, Mick Jagger, que tuvo momentos de amor y de odio desde los ’60 hasta la actualidad.
A principios de los ’70, John Lennon proclamaba que «si el rock and roll tuviera un nombre, se llamaría Chuck Berry», pero lo que el exbeatle no podía saber entonces era que la leyenda de Keith Richards aún no estaba toda escrita, porque transitado ya casi un cuarto del siglo XXI y unas siete décadas del género nadie puede negar que el icónico guitarrista de The Rolling Stones llega a los 80 años con el título honorífico de ser un símbolo inequívoco de este movimiento cultural.
Sin temor a equivocaciones, podría afirmarse que el fenómeno que explotaría en los años `50 con Elvis adquirió forma humana el 18 de diciembre de 1943, cuando en la localidad de Dartford, del condado británico de Kent, nació una de las mitades fundamentales de la mítica banda que prácticamente atravesó toda la historia del género.
Es cierto que hay una imagen ligada al pantalón de cuero y el jopo que simboliza al rock and roll primigenio; pero en los `60 hubo una evolución que tuvo a Los Stones como uno de sus impulsores y, allí, la imagen de Richards comenzó a elevarse, desde lo conceptual, el comportamiento y lo estético, como el modelo del perfecto rocker.
Creador de emblemáticos riffs y dueño de un inigualable e inconfundible estilo como guitarrista, entrañable, sobreviviente a todo; Keef -como lo llaman los amigos y los millones de fans- ha eternizado su imagen de viejo pirata con el cuerpo lleno de marcas que hablan de su inabarcable historia.
Un breve, caprichoso, pero elocuente fresco sobre el personaje incluye necesariamente algunas pintorescas anécdotas como cuando hace unos años atrás se cayó de la rama de un árbol de coco en la que reposaba durante unas vacaciones; o cuando contó en un reportaje que había inhalado las cenizas de su padre:
• Richards es el autor del riff de «(I Can´t Get No) Satisfaction», tal vez uno de los cinco más famosos en la historia del rock, pero no recuerda mucho sobre su creación porque sucedió en medio de un desvarío nocturno guitarrístico, en plena somnolencia etílica, y logró rescatarlo gracias a que dejó una grabadora de cinta prendida toda la noche.