Analistas señalan que la suba de los dólares financieros puede contribuir, al menos parcialmente, a una mayor inflación. Aunque aclaran que la menor demanda no convalidaría fuertes aumentos.
Este jueves el INDEC dará a conocer la inflación de diciembre y desde el Gobierno anticiparon que el dato se ubicará en torno al 30%, aunque algunas consultoras incluso estiman que podría rondar el 25%. Si bien se espera cierta moderación para enero, algunos factores pueden sumar mayor presión a los precios.
Este jueves el INDEC dará a conocer la inflación de diciembre y desde el Gobierno anticiparon que el dato se ubicará en torno al 30%, aunque algunas consultoras incluso estiman que podría rondar el 25%. Si bien se espera cierta moderación para enero, algunos factores pueden sumar mayor presión a los precios.
Luego de la devaluación anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, la brecha entre el dólar oficial y los financieros promedió el 20% en diciembre. Pero en enero los tipos de cambio alternativo se “despertaron” y el spread aumentó al 40%.
Según explicó a Ámbito Rocío Bisang, analista de la consultora EcoGo, este escenario “sin duda puede sumar presión a la inflación, tanto por los productos que se importan con dólares propios como por la expectativa de devaluación futura que genera un salto en la brecha”.
Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí, coincidió en que “el salto en la brecha se va a transmitir parcialmente a la formación de precios”. “Sobre todo, en los segmentos de bienes durables. A tono con los cambios de normativa para el acceso al pago de importaciones, esta dilación de mínimo de 30 días que dio el Banco Central con el cambio de Gobierno, muchas empresas tienen expectativas de poder tener efectivo acceso al Mercado Único y Libre de Cambios para poder hacer el pago de importaciones. Pero no tienen la seguridad de que efectivamente van a poder acceder en tiempo y forma”, sostuvo el economista.
Y, en ese sentido, detalló que hoy “la formación de precios que hacen es en muchos casos a un dólar ‘celeste’, un dólar mix entre el oficial y el Contado con Liquidación”. “Porque en caso de que sea restrictivo el acceso efectivo al MULC, algunos pagos de importaciones ya no pueden patear más a los proveedores externos. Entonces, lo van a tener que hacer accediendo al cable y pagando los valores actuales, por encima de los $1.100”, resumió.
Para Chouza, el salto que exhibió el CCL desde diciembre (alrededor de un 20% en lo que va de enero), “parcialmente se va a pasar a los precios”. “Y después todo está interconectado: en los precios de la economía hay muchísima inercia y muchos efectos de propagación. Gradualmente, todo se contagia y los precios relativos de un sector que tal vez no está tan influido por importaciones, pero para no retrasarse respecto de otros transables, termina ajustando más temprano que tarde. Por lo que, definitivamente, el salto de la brecha va a golpear”, concluyó.
Brecha: menor margen de traspaso a inflación
Aseguran que el salto en la brecha cambiaria sumará presión a la inflación
Ignacio Petunchi
La aceleración inflacionaria impactó de lleno en el poder adquisitivo de los ingresos. Por caso, tal como señaló Santiago Manoukian, desde Ecolatina prevén para diciembre “una caída del salario real cercana al 10%, que va a ser la más alta probablemente desde abril de 2022”. “Eso va a afectar claramente al consumo ”, resumió.
Esa menor demanda supondrá, de alguna manera, un techo a futuros aumentos. “Creo que la suba de los paralelos se da en un contexto de fuerte suba de regulados, que provoca una retracción de la demanda”, analizó a Ámbito el economista Jorge Neyro, quien agregó: “En este contexto, la capacidad de ajustar precios por la dinámica de los dólares paralelos en algunos sectores es menor. Es decir que puede incidir en algunos sectores en particular, pero el efecto en general es menor que en el pasado”.
“Ya no es tan sencillo que la demanda convalide aumentos basados en aumentos de los dólares financieros como indicador de inflación futura”, resumió el economista.
En este contexto de brecha creciente, el mercado no descarta una nueva devaluación oficial en el corto plazo. Decisión que, como ocurrió en diciembre, traccionaría al alza muchos de los precios de la economía.
Al respecto, Bisang explicó que “el punto sobre si devaluar o no tiene que ver, entre otras cosas, con qué tan atrasado queda el tipo de cambio respecto a la inflación”. “Hoy el tipo de cambio se mueve a un crawling peg al 2%, que resulta insuficiente al ritmo al que están aumentando los precios. En ese sentido vemos posible que en los próximos meses se dé una aceleración del crawling peg o un nuevo salto del tipo de cambio para compensar el atraso”, concluyó la analista.