Periodistas Argentinas presentó un informe sobre el ciberacoso y sobre la libertad de expresión

El colectivo tomó 16 casos paradigmáticos de mujeres que se dedican a la comunicación y sufrieron ataques sistematizados, en «una escalada significativa», desde cuentas verificadas e integrantes del dispositivo de comunicación oficial de Javier Milei.

El colectivo Periodistas Argentinas presentó un informe titulado “Ciberacoso a periodistas mujeres: la tecnocensura”, en el que advierten que hay “una escalada significativa” de ataques en redes desde “integrantes del dispositivo de comunicación oficial”, iniciados o replicados por Javier Milei, financiados por el Gobierno o grupos de poder, afectando la relación entre periodistas y las fuentes e impactando sobre la libertad de expresión.

Con 16 casos paradigmáticos de mujeres periodistas argentinas que sufrieron ataques sistematizados, la organización advirtió que estas agresiones “desinforman, hacen proliferar fake news y derivan en una escalada de agresiones personales y de intimidación».

El informe llega a identificar ocho categorías del “trolling”, con sus respectivas definiciones. Se trata del insulto, el sarcasmo, la imposición, el deseo de dañar, la objetivación sexual, la difamación, la amenaza y la instigación a la violencia.

Las características en común que hay entre todos los casos son que se trata de comunicadoras que informan, comentan y opinan sobre política y economía y que los ataques no los originan sus opiniones personales, sino la información que producen en sus medios y comparten en sus redes sociales.

También se observa que los ataques, iniciados o replicados por el presidente de la Nación, derivaron en campañas de “trolling” que son muy agresivas en el primer día, pero que de todas formas se sostienen a lo largo del tiempo, con menor intensidad.

“En muchos de los casos, el ataque ha afectado también la relación periodística de estas profesionales con funcionarios y fuentes oficiales. La violencia escala tanto y tan rápido que deciden alejarse de las redes o no responder. Algunas decidieron usar sus redes sociales de manera unidireccional, solo para informar a su comunidad, pero sin mantener interacciones”, añadió el estudio que también destacó que las periodistas “no creen que sea personal, aunque sí disciplinador” y que coinciden en que este fenómeno impacta sobre la libertad de expresión.

“En los últimos meses, se ha observado una escalada significativa de ‘trolling’ contra mujeres periodistas, pero con una particularidad: las agresiones ya no solo provienen de usuarios no verificados o bots, sino también y principalmente de cuentas verificadas y de integrantes del dispositivo de comunicación oficial”, se señala.

La cuestión de género

Citando una gran cantidad de estudios de investigación, Periodistas Argentinas también puntualiza en la cuestión de género, ya que “la cultura digital tiende a invisibilizar a las mujeres o desplazarlas hacia la periferia”. El informe hace hincapié en la relación entre el “trolling” y el periodismo, ya que se trata de una estrategia para “forzar la agenda de la conversación social”, mismo motivo por el cual la red social más habitual para estas campañas es X (antes Twitter), dado que allí se concentra la disputa por el control de la discusión política.

Por eso se retoma el concepto de “guerra híbrida”, ya que es en el campo de las tecnologías y las redes sociales donde se disputan los cambios significativos. Las consecuencias son tangibles: trauma de las personas acosadas y un silenciamiento de sus colegas, reduciendo el pluralismo de la información.

La preocupación de Periodistas Argentinas radica en datos duros: “Las reporteras reciben en promedio tres veces más comentarios inapropiados o insultantes que sus colegas varones”, mencionaron.

Lo mismo con la especificación de la metodología que se suele utilizar: “Trolls para dirigir ataques contra algún actor específico, bots para viralizar rápidamente un hashtag, difusión de datos personales o creación de fake news son algunas de las estrategias visibles que se usan en las redes sociales para dañar la reputación de una persona, atemorizarla y desplazarla del debate”.

A través de una breve recapitulación de la experiencia particular de Luciana Peker, Ivy Cángaro, Paula Moreno Román, Marina Abiuso, Nancy Pazos, María O´Donnell, Romina Manguel, Luisa Corradini, Silvia Mercado, Sofía Diamante, Jesica Bossi, Ángela Lerena, Cecilia Boufflet, Julia Mengolini, Mónica Gutiérrez y Delfina Celichini, el informe denunció “tecnocensura”, es decir, que las comunicadoras sufrieron descalificaciones sobre su profesionalismo y recibieron diferentes agravios con componentes misóginos en campañas coordinadas y que buscaban desinformar.

Por ello, solicitan al Estado que refuerce el marco legal, prohíbe financiar este tipo de agresiones, imponga obligaciones a las plataformas en lo relativo a la transparencia de los algoritmos y el uso de ejércitos de robots y que instaure dispositivos de resarcimiento de daños y perjuicios a las víctimas del ciberacoso.

Además, le piden a las empresas de medios que asuman la existencia de esta problemática y la prevengan, creando dispositivos y capacitaciones, y que se “realicen más reportajes e investigaciones que informen y sensibilicen a la población en general, al gremio periodístico y a las autoridades, sobre este desafío”. La presentación fue este lunes por la mañana en el salón azul de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, con Romina Manguel, María O’Donnell, Noelia Barral Grigera y Nancy Pazos como expositoras./perfil.com