Fue una asamblea legislativa casi de regreso a la normalidad, con el recinto de la Cámara baja abarrotado con la suma de los diputados y los senadores, con más caras descubiertas que con barbijos, y con las gradas repletas de invitados. Un escenario en el que tampoco faltó la disputa abierta entre oficialismo y oposición, donde el macrismo más belicoso se encargó de cavar profundo en la grieta durante todo el discurso presidencial, con chicanas e interrupciones, para luego abandonar el recinto –sin el acompañamiento de sus socios de la UCR y la CC–, cuando Alberto Fernández ratificó la decisión que la Justicia investigue el brutal endeudamiento con el FMI contraído por Mauricio Macri. Tampoco pasaron inadvertidas las caras de los cuatro miembros de la Corte Suprema que, tapadas con sus barbijos, miraron para otro lado cuando el Presidente denunció la complicidad del Poder Judicial y el máximo tribunal con parte del poder económico. Postales de una apertura de sesiones ordinarias del Congreso que tendrán como eje el debate del acuerdo por la renegociación de la deuda con el FMI.
Embanderados
El interbloque de Juntos por el Cambio cubrió sus bancas con los colores azul y amarillo de la bandera ucraniana. Incluso, los principales popes de la alianza opositora (los radicales Mario Negri, Alfredo Cornejo y Luis Naidenoff) desplegaron una enorme bandera de Ucrania y posaron para la foto junto a los macristas Cristian Ritondo y Gerardo Milman, entre otros. El ultraderechista libertario Javier Milei también exhibió una bandera ucraniana en su entrada al Palacio Legislativo, pero no la sumó al cotillón de JxC en el recinto.
Carteles
En la última fila del hemiciclo del recinto los legisladores del Frente de Izquierda desplegaron sus propios carteles que, sobre fondo rojo y con letras blancas, reclamaban “No al pacto con el FMI”. Sobre la pared colgaron otros carteles que proclamaban “No a la Guerra” y “Ley de Humedales ya”. Algunos legisladores de JxC también pegaron en sus bancas fotos de los incendios de Corrientes y el pedido que la provincia “necesita de todos”.
Silencio
Exasperado, el radical Mario Negri intento interrumpir a la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, en la apertura de la asamblea antes de que el propio Alberto Fernández ingresara al Congreso y fuese recibido por legisladores de distintas bancadas. El reclamo era para pedir que se hiciera “un minuto de silencio por la paz”. Cuando Fernández iba a comenzar su discurso, Negri y otros legisladores de JxC se pararon para hacer el mismo pedido. “Todavía no empecé”, le contestó el Presidente que, al principio de su discurso, tenía previsto ese mismo gesto: el minuto de silencio por la guerra en Ucrania.
Ausencias
Muchas de las miradas estaban puestas en las ausencias que pudieran darse en las filas del oficialismo. Una de ellas se conocía de antemano: el exjefe de la bancada de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, no estuvo en el Congreso y se quedó en Río Gallegos para asistir al primer día de clases de su hijo. Tampoco asistió el senador oficialista Oscar Parrilli. En el palco bajo del recinto, destinado y ocupado por los miembros del Gabinete, también hubo algunas ausencias: el canciller Santiago Cafiero, que participó el lunes en Ginebra de las comisiones de Derechos Humanos y por el Desarme de la ONU; el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, que está en España, donde mantuvo reuniones con funcionarios y dirigentes políticos. Tampoco estuvo el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien viajó a Bruselas para un encuentro de ministros del área.
Cortesanos
Mucho se especuló sobre la presencia de los miembros de la Corte en la asamblea legislativa, luego de que los cortesanos intentaran participar vía Zoom, opción que les fue rechazada. Todos sus miembros, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti estuvieron en el Congreso. Tuvieron momentos distendidos cuando legisladores oficialistas y opositores intercambiaron charlas y saludos con ellos. También momentos incómodos, cuando el Presidente cuestionó el sistema de Justicia y en especial en la referencia que Fernández hizo sobre los aumentos de las empresas de telecomunicaciones y sobre el frento que las empresas aplicaron a las acciones del Estado con un amparo judicial, sin que el máximo tribunal intervenga. Fue entonces que el Presidente denunció la complicidad del Poder Judicial y la propia Corte con parte del poder económico. Los jueces miraron entonces impávidos hacia otro lado.
Aplausos
Todos los aplausos que acompañaron distintas definiciones del discurso presidencial partieron de la bancada del oficialismo. El interbloque de JxC no se sumó, salvo unas pocas excepciones. El macrista Diego Santilli aplaudió la mención de Fernández sobre el programa Previaje para fomentar el turismo interno, pero el ex ministro Rogelio Frigerio, que estaba a su lado, le bajó el entusiasmo con un comentario y una sonrisa. Otro fue el radical, Facundo Manes que aplaudió en soledad dentro de su bloque cuando el Presidente remarcó que el Gobierno desarticuló la trama de servicios de inteligencia, funcionarios y sectores de la Justicia que armaban causas para perseguir a opositores. Sobre el final de su discurso, Fernández ratificó el reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas: la oposición tampoco acompañó con aplausos. “Aplaudan Malvinas, cipayos”, se escuchó entonces el grito que bajó desde las gradas.
Acting
Gran parte de los legisladores de la alianza JxC fatigaron sus celulares durante el discurso presidencial sin mucha atención sobre el mismo. Las frases de Fernández sobre la actitud opositora de dejar al Gobierno sin Presupuesto despejó la modorra cambiemita. Fue entonces que los macristas Fernando Iglesias y Waldo Wolff comenzaron la avanzada de cuestionar a viva voz las palabras del Presidente. Las interrupciones desataron un duro intercambio con las senadoras oficialistas Juliana Di Tullio y Silvina García Larraburu. La tensión aumentó cuando Fernández insistió en investigar la deuda externa que contrajo Macri con el FMI sin pasar por el Congreso. Entonces los legisladores macristas abandonaron sus bancas en medio de quejas. El éxodo macrista había sido acordado de antemano con sus socios de JxC, que no estaban dispuestos a acompañar la medida. La UCR, la CC, el macrismo disidente de Emilio Monzó, y sus aliados como Ricardo López Murphy y Margarita Stolbizer, se mantuvieron en sus bancas.
Gritos
Tras el éxodo macrista, algunos radicales hicieron esfuerzos para no parecer tibios ante sus socios políticos. El más exaltado fue el senador radical Alfredo Cornejo que, parado y a los gritos, sostuvo que era “falsa” la responsabilidad que el Presidente le adjudicó a Cambiemos en el endeudamiento con el FMI. “Yo no miento, Alfredo”, le respondió Fernández. Pero Cornejo redobló la apuesta y le gritó “no tenés los votos, Alberto”, en referencia a la ratificación parlamentaria del acuerdo con el FMI.