«El primer desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del acuerdo alcanzado será de 7 mil millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), equivalentes a 9800 millones de dólares», dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán.

En diálogo con Radio 10, el funcionario detalló que si el Congreso de la Nación aprueba el programa y también lo hace el Directorio del FMI, el ingreso de fondos frescos en favor de las reservas del Banco Central «se concretaría ese mismo día o al día siguiente». De todos modos, aclaró que «descontados los vencimientos con el FMI de marzo y abril, las reservas se incrementarán alrededor de 6200 millones de dólares».

«El acuerdo sellado con el Fondo es el único camino posible para hacer frente al pago de los compromisos derivados del préstamo otorgado en 2018. A nadie del Frente de Todos le gusta que el FMI esté en la Argentina, pero ya estaba cuando este Gobierno asumió», dijo Guzmán. El ministro agregó que «el Gobierno de Mauricio Macri le ha hecho a la Argentina un daño de una magnitud del que es difícil encontrar precedentes, al punto que el propio Fondo lo aceptó en la evaluación que hizo del préstamo ‘stand by’ de 2018». En una línea similar se expresó el Presidente, Alberto Fernández, en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, de cara a la oposición.

Efectos del acuerdo

En relación a la cuestión de las tarifas de los servicios públicos, Guzmán aseguró que «nadie va a experimentar aumentos mayores al de los salarios, con la excepción del 10 por ciento de la población de mayor capacidad económica». Agregó que «el acuerdo establece que, en la medida que se haga la segmentación tarifaria, no se puede tocar el resto del esquema».

Con respecto a la inflación, el ministro consideró que «la mejora del perfil de la deuda pública es esencial para bajar la inflación y para conseguir ese objetivo es fundamental reducir el déficit primario». Aseguró que «reducir la inflación es el principal objetivo de la política macroeconómica. Para atacar los múltiples factores que generan inflación, lo primero que necesitamos es calmar las expectativas y, si hay escasez de reservas internacionales, no hay manera de lograrlo. Por ello el punto de partida es acumular reservas».

En cuanto a las políticas heterodoxas para abordar la cuestión de los precios, Guzmán defendió la utilización de los fideicomisos para amortiguar el impacto de las subas de los commodities. «Con ese instrumento no se afecta el precio relativo de los exportadores de granos, como podría ocurrir con un aumento de retenciones, y al mismo tiempo el Estado puede generar una brecha entre los precios locales y los internacionales», indicó.

Con respecto a las condicionalidades del acuerdo, Guzmán dijo que «es la primera vez que un acuerdo con el FMI tendrá que ser considerado por el Congreso de la Nación, a través de una ley que nosotros propusimos. Además, se trata de un acuerdo distinto a todos los anteriores, no sólo en la Argentina sino en otros países. Este acuerdo no tiene ninguna de las condicionalidades que podríamos denominar standard. No hay reforma previsional, ni laboral, ni privatización de empresas públicas, ni ajuste del gasto«. Puntualmente, en relación al tema previsional, el ministro aclaró que «no hay ningún tipo de reforma jubilatoria. Sólo vamos a estudiar algunos regímenes especiales que benefician a jueces y diplomáticos».