Marcelo Villegas, el exministro de trabajo de María Eugenia Vidal, admitió que cuarenta días antes de la reunión de la Gestapo antisindical había sido convocado a la Casa Rosada para hablar de la ofensiva contra gremialistas y de la situación con el dirigente Juan Pablo «Pata» Medina. En un escrito contó que Macri estaba al mando del encuentro, como reveló Página/12, y que a su derecha lo tenía sentado al extitular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. También confirmó que estaban ahí, donde él había ido por indicación de la exgobernadora, los exministros Germán Garavano, Patricia Bullrich, Guillermo Dietrich y Jorge Trica. Poco después, detalló en la presentación, lo llamaron para que fuera al organismo de inteligencia para «informar» cómo evolucionaban las denuncias y presentaciones contra el sindicalista de la Uocra. Villegas negó aquello por lo que este viernes estaba citado a indagatoria: el armado de causas judiciales contra Medina, aunque sostuvo que alentaba iniciarlas. No quiso contestar preguntas.

El mensaje 

Villegas se hizo conocido por haber dicho que deseaba tener una «Gestapo» «para terminar con los gremios» en una reunión en el Banco Provincia el 15 de junio de 2017 a la que asistieron otros exfuncionarios, empresarios ligados a la construcción y tres directivos de la AFI. El evento fue filmado con cámaras colocadas un día antes para la ocasión y retiradas un día después. El video apareció en la exSide y dio origen a la causa a cargo del juez federal de La Plata Ernesto Kreplak y la fiscala Ana Russo. El descargo del exministro es el primero de tono político en el expediente. Distingue lo que llama dos «andariveles», uno provincial, dentro del cual dice que se hace cargo de haber alentado denuncias contra la Uocra y Medina, y otro «nacional», del que se despega, en el que pone a Macri en el centro de la asunto.

La explicación genérica del exministro de Vidal es que se la pasaba recibiendo esas quejas de operadores de la construcción contra la Uocra y que se repetían en la obra pública. «La única alternativa era judicializar», concluyó.  Dijo que en reuniones de gabinete la exgobernadora Vidal, en sus palabras, «me indicó que se realizaran las denuncias correspondientes y que me apoyara en el Ministerio de Justicia». Acordaron que no sería él quien denunciara sino «las víctimas». Así explica la participación del exsubsecretario de Justicia Adrián Grassi, quien estuvo en el cónclave en el Provincia, y que admitió visitas a la AFI que adjudicó a sus conocimientos de derecho penal. Su jefe, el exministro de justicia, Gustavo Ferrari, también iba a la exSide.

«Si eso es armar una causa, soy autor de dicho armado y lo volvería a hacer, pero no veo absolutamente nada ilegal en ello», afirmó Villegas mientras aclaró que no participó de «maniobras» ni «acciones ilícitas tendientes a garantizar un resultado predeterminado en ningún proceso judicial ni extrajudicial». «No participé –insistió– de actividades de inteligencia prohibidas legalmente, de hecho, fui víctima de ellas (en alusión a la filmación en el Bapro, que considera inválida) y lo denuncié». Lo que deja traslucir es que si ocurrió algo anómalo habría que mirar al «andarivel Nación».

Una coincidencia complicada para Villegas es que cinco días después de su paso por la  Rosada, comenzó el espionaje al «Pata» Medina. La AFI elaboró informes sobre él y su entorno cuando no existía causa judicial alguna. La ley 25.520 prohibe actividades de inteligencia o almacenar datos «sobre personas por su opinión política o pertenencia a organizaciones partidarias, sindicales, sociales, entre otras. El primer expediente se abrió con un anónimo –mecanismo usual de los espías– el 30 de junio de 2017. La detención de Medina fue el 26 de septiembre, y una de las órdenes vino del juez Luis Armella, con quien el exministro tenía contacto y agendó al menos cinco citas que intentó atribuir a audiencias por un amparo civil por problemas con obras. Villegas le había entregado las notas que le habían elevado los empresarios con sus recomendaciones. Armella es de Quilmes y es dudosa su intervención por denuncias referidas a hechos en La Plata. Una de las reuniones es en la misma fecha que el scecreatrio de Macri, Darío Nieto, anotó en su propia agenda: “VILLEGAS, juez de Quilmes quiere hablar con MM en privado”.

Cumbre con Macri 

“El que queda a cargo de coordinar esto es Gustavo (Arribas)”, dijo Macri en la reunión en la Rosada a la que fue Villegas, como informó el periodista Raúl Kollmann. De la descripción del exministro no quedan dudas del sentido del encuentro, al que dijo que lo había mandado Vidal. Que entró por la explanada, que lo llevaron a la «privada del presidente», que dejó el teléfono afuera, que había una «reunión en curso».  «Me sumaron –describió– para tratar el último tema: Pata Medina y Uocra La Plata, motivo por el cual se me había convocado (…) los participantes estaban sentados en sillones alrededor de una mesa ratona frente al hogar en el despacho del presidente, y los asistentes eran el propio presidente de la nación ingeniero Mauricio Macri, la ministra Patricia Bullrich, el ministro Germán Garavano, el ministro Jorge Triaca, el ministro Guillermo Dietrich y el señor Gustavo Arribas. A mi izquierda estaba sentado Arribas»

Macri introdujo «el tema Uocra». «Dijo tener informes de Dietrich sobre atrasos, complicaciones y conflictos con toda la cadena de contratistas en las obras de carácter nacional», narró Villegas. Bullrich se jactó de que en otro tiempo «había logrado encarcelar a Medina». «En ese momento Macri preguntó a Garavano sobre una causa en que el Estado era parte, pero no tenía nada que ver con el tema, respondiendo Garavano que no tenía novedades». Triaca ofreció hablar con la UOCRA a nivel nacional, léase, con Gerardo Martínez. Después el expresidente se dirigió a Villegas: “La gobernadora me dijo que en la provincia están encarando un proceso con empresarios y cámaras profesionales desde el Ministerio de Trabajo y el de Justicia”. Ahí le explicó la situación y cuando Macri le preguntó si tenía alguna sugerencia le respondió –siempre según el exministro– que «la clave era que el poder político respaldase a las víctimas y a la justicia para que opere con total libertad». «Perfecto –fue la respuesta–, si necesitás algo de los que están acá hacelo saber'». Después de todo eso, el exministro de justicia dice que trabajó en el tema con Grassi y con el intendente Julio Garro.

La AFI en acción

El relato cronológico sigue así: «Resulta que después de la reunión en Casa de Gobierno con el presidente Macri y algunos miembros de su gabinete, no recuerdo la manera en que aparece en escena el abogado De Stéfano. Siempre creí que era abogado de Presidencia de la Nación, dado que así se presentó o me lo presentaron. Mucho tiempo después y por noticias que se difundieron en medios de comunicación masiva me enteré de que era el jefe de Asuntos Legales de la AFI». Luego reconoce que fue a la sede de la exSide «porque fui convocado». «Esa convocatoria –acotaba– jamás me fue dirigida en forma directa hacia mi persona. Es decir, no fui llamado ni citado yo, sino que fue a través de alguna otra persona (que nunca especifica quién es). No tenía ni tuve jamás contacto con ese organismo ni sus miembros».

La visita de Villegas registrada en la AFI fue el 31 de julio de 2017. Recuerda que fue con Grassi y que «la única persona ajena al andarivel “Provincia” era De Stéfano. «Si bien creo existe alguna constancia que da cuenta que la reunión fue con el señor Dalmau Pereyra, no recuerdo jamás haber estado con él», dijo. A Dalmau y Biorci argumentó que antes del Bapro no los conocía. «Ahora bien –siguió– adentrándome en lo que fue mi concurrencia a la AFI, donde efectivamente estuve con algunas personas que jamás supe quienes eran a excepción del abogado Des Stéfano, el tema fue: informar en qué estaba lo que al inicio de esta presentación llamé ´andarivel provincia’  y su evolución». «Desconozco el tratamiento que le dieron a la información que nosotros suministramos, toda la cual era legal y generada del trato con las víctimas», contrapuso. ¿Por qué un ministro bonaerense tenía que reportar a la AFI sobre avances contra  Medina? No aparece la justificación. Villegas registra al menos un llamado en su celular con De Stéfano el 17 de agosto. Grassi, con quien dijo que coordinaba, tiene dos con el exagente, el 23 y 25 de septiembre, un día antes de la detención del «Pata».

Imputación

Como todos los que estuvieron en la reunión del Bapro, Villegas está imputado por haber intervenido como ministro «en el diseño y puesta en práctica de una estrategia decidida o autorizada en niveles superiores de los gobiernos nacional y provincial– dirigida a judicializar la situación de conflicto existente en torno al accionar de Uocra seccional La Plata o de su secretario general y allegados (…) que habría implicado la ejecución de diversas acciones ilícitas tendientes a garantizar un resultado predeterminado en los procesos». Entre esas acciones el juzgado y la fiscalía señalan «actividades de inteligencia prohibidas»  y «presiones, sugerencias o negociaciones» con funcionarios de la AFI, del gobierno provincial, autoridades judiciales y del ministerio público. Entre las pruebas enumeradas contra Villegas figuran la reunión en el Bapro en sí, una infinidad de reuniones que figuran en su agenda como «tema UOCRA» en fechas significativas, su visita a la exSide, reuniones claves en la Casa Rosada y comunicaciones con el juez Armella, su secretario, con De Stéfano, dos empresarios, Garro y Grassi.