Mauricio Macri sigue aprovechando cuanto micrófono tenga enfrente para denostar al Gobierno, desentenderse de haber desatado la más dura crisis de deuda y pregonar lo contrario a lo que hizo cuando fue presidente. Pero esta vez fue más allá. Luego de haber confesado que cuando era mandatario “cerraba todo (su trabajo a las 19) y ponía Netflix” para desentenderse de los problemas, parafraseó esta vez un slogan de campaña del ex presidente Carlos Menem y pidió «arremangarse y abrazar la cultura del trabajo”.

“Acá hay que arremangarse y abrazar la cultura del trabajo”, dijo Macri, el ex presidente que se tomó 146 días de vacaciones durante sus 1426 días en el poder haciéndose eco de la campaña «Arremánguese, vamos a trabajar» que el ex presidente riojano había lanzado en 1989 y que fue el puntapié inicial de su política de privatizaciones y dolarización de la economía.

Durante una entrevista radial, Macri también se hizo tiempo para defender al FMI por el megapréstamo de 57 mil millones de dólares que le dio a su gobierno y que, según él admitió, cayeron en la fuga y el financiamiento a bancos privados. Con singular naturaleza, dijo al respecto que “el Fondo no es un conjunto de ogros” sino un grupo de “países que nos han querido ayudar una y otra vez”.

“La última fue la que más nos ha querido ayudar, porque el mundo espera a la Argentina, quiere su trabajo, conocimiento y energía”, remató.

Macri dice que va a volver

También se hizo un momento para esperanzarse en volver al poder. «Hay que tener paciencia porque vamos a volver a reestablecer el orden en la Argentina», confió el ex jefe de Estado y ahora mundialista jugador de bridge, durante su conversación con Radio Rivadavia en la que fue fiel a su costumbre de mezclar todo con todo.

Con esta receta acusó a la vicepresidenta Cristina Kirchner de “soñar con pertenecer al club de los autoritarios” y la comparó con Vladimir Putin, el presidente ruso al que él recibió en Casa de Gobierno durante la cumbre del G20, en 2018.

Luego acusó a la alianza oficialista de “pelearse entre ellos” y “dejar al país sin rumbo”, pero no mencionó la crisis de su liderazgo en Juntos por el Cambio, que lo tiene en jaque frente a Horacio Rodríguez Larreta.

También se pronunció “optimista por el futuro pero pesimista por el presente”, y se mostró esperanzado en un eventual apoyo de la sociedad a Juntos por el Cambio en los próximos comicios generales de 2023.

El «respeto por la ley»

“Los argentinos empezamos a darnos cuentas de que los discursos facilistas, las propuestas simplificadas de que esto se arregla sin respetar la cultura del trabajo ni la ley y aislándote del mundo no va”, afirmó desde otro de sus períodos de descanso programado que le permite hacer una recorrida por los canales y radios afines.

Luego habló de “respetar la ley” y de eliminar “las mafias que atropellan a todo el mundo y por las que nadie invierte en este país”. Es decir que utilizó los mismos conceptos con los que se refería a los gremios y dirigentes sindicales que durante su gobierno fueron víctimas de un sistema paraestatal de espionaje ilegal por el que él y varios de sus funcionarios son investigados por la Justicia.

Así y todo, el ex mandatario se desentendió del caso, dijo que el gobierno actual “destruyó el valor de la palabra presidencial” y definió que “el político es un servidor público que no abusa del poder”. También dijo que la sociedad está “revolcada en la manipulación y la mentira desde hace dos años” y consideró que “esto es más profundo que lo económico, que solamente genera más pobreza por día”.

Otra defensa del ajuste

De paso volvió a su tópico de minimizar las consecuencias de la pandemia, al sostener que “el virus que te genera el populismo es la resignación”.

Cuestionó “los controles de precios que no funcionan” y abogó por “bajar el gasto” público. Es decir que volvió a defender el ajuste y, en este sentido, pidió “tener paciencia porque vamos a volver a restablecer el orden en la Argentina”.

Aseguró que Juntos por el Cambio tiene «experiencia acumulada» por haber sido gobierno y sostuvo que esto le permitirá “evitar los errores” cometidos en el período 2015-2019. «Debemos hacer tantas reformas y transformaciones para que los que votan entiendan que esta vez va en serio. Significa que el Estado tiene que estar al servicio de la gente», manifestó.