El mejor trofeo es recuperar la identidad. Edgardo Esteban mostraba la cédula de identidad de ese chico flaquito con cara de enojado ante las Madres de Plaza de Mayo, veteranos de guerra, familiares y amigos. Lloraba el excombatiente y actual director del Museo Malvinas por el reencuentro con ese documento y las 44 fotografías que fueron robados a los soldados argentinos en la rendición de la guerra, hace cuarenta años. “Malvinas tiene que estar por encima de las grietas, tiene que ser una cuestión de Estado”, afirmó Esteban durante el emotivo acto de restitución que se realizó en el Palacio San Martín de la Cancillería.

La persistencia

El embajador argentino en el Reino Unido, Javier Figueroa, le entregó la cédula y las fotografías a Esteban en un acto en el que también participaron el secretario de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Guillermo Carmona; el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; la periodista e historiadora Alicia Panero y el abogado Federico Cincotta. “No se trata de recuperar objetos perdidos, acá estamos ante la recuperación de objetos que fueron ilegalmente apropiados. Se trata de un aspecto muy sensible y particular que tiene que ver con la identidad de las personas, como en este caso la cédula militar de Edgardo”, destacó Carmona y deseó que esta restitución “sea una metáfora de la recuperación de otras cosas que han sido ilegítimamente apropiadas”, en alusión a las islas Malvinas, esa parte del territorio nacional usurpado por una potencia extranjera hace 189 años. “Edgardo representa ese ejemplo de persistencia ante las reticencias y el compromiso de conseguir altos objetivos que parecen inalcanzables, pero que la realidad demuestra que se pueden alcanzar”, agregó Carmona.