La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa producida por el bacilo de koch, se transmite de persona a persona por la aerolización de los bacilos, es decir cuando una persona tose o estornuda se produce el contagio. Esta enfermedad milenaria tiene como característica una tos crónica persistente.
Es muy importante que esto lo sepan tanto los pacientes, como los médicos porque muchas veces son pacientes que deambulan con su tos crónica, hasta que son detectados, debe ser una tos de más de 15 días de evolución y esta puede ser productiva (con expectoración) o no. Hay veces en la que esta expectoración puede ser hemoptoica con estrías de sangre, una pérdida progresiva de peso, sudoración profusa nocturna y hacen una fiebre que es muy característica ya que es vespertina”, detalló Collante.
Al mismo tiempo que agregó: “Muchas veces esta patología se presenta en personas inmunocomprometidas como ser pacientes diabéticos, oncológicos, con insuficiencia renal crónica o enfermedades autoinmune como el lupus o VIH. También se está dando mucho el contagio en pacientes con problemas de consumo de sustancias, ya que eso también disminuye su sistema inmune”.
Siguiendo esta línea la referente destacó que si una persona presenta alguno de estos síntomas debe concurrir a cualquier servicio asistencial. Es por esto que este programa esta descentralizado, no solamente pueden recurrir a los hospitales de referencia sino a cualquier CAPS o SIC de la Red Periférica que se encuentran capacitados para hacer la consulta, solicitar una radiografía de tórax o una baciloscopia (el estudio del esputo), esta es una técnica sencilla donde es detectado el bacilo de koch.
Es fundamental comenzar temprano con el tratamiento, esto significa que una vez detectado la infección del paciente con tuberculosis se debe iniciar el proceso de inmediato para evitar que esta infección avance y lleve a una etapa avanzada en la que además contagia mucho más. El tratamiento es totalmente gratuito, el Sistema Provincial de Salud provee la medicación sin costo y mediante el Programa Nacional de Tuberculosis, para pacientes que a su vez tienen un seguimiento tanto en la red periférica como en los hospitales centralizados, durante los seis meses de tratamiento los pacientes son supervisados en el caso de ser pacientes estándar”, enfatizó.
Asimismo, Collante destacó que el paciente una vez que inicia el tratamiento deja de contagiar aproximadamente a las dos semanas, hasta eso deben permanecer con el barbijo y airear las habitaciones ya que el bacilo no es resistente a la luz.
“En el caso de los pacientes con TBC latente, es decir aquellos que tienen contacto con el bacilo, que tienen un resultado positivo y que inmediatamente son aislados, ya que se cree que contagian y eso no es real. El paciente con tuberculosis latente no contagia, ya que tuvo contacto con el bacilo y si requiere se le hace una quimioprofilaxis con isoniazida (medicación utilizada en estos casos) pero no contagia. Es por esto que no es lo mismo infección que enfermedad, el haber tenido contacto con el bacilo no significa que el paciente este enfermo”, finalizó.