La actividad en la industria registró en mayo una desplome del 14,3% interanual y una caída del 0,6% respecto a abril, según el último relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA). Se trata de la onceava caída consecutiva de la producción fabril que mide la entidad y en lo que va del 2024 la retracción es del 12,8% respecto al mismo período del año pasado. El sector perdió 21.285 empleos registrados en el último año.
Según la UIA, los datos adelantados de junio reflejan que la caída interanual persiste y en la serie mensual también podría observarse una nueva disminución. “Es importante destacar que los datos del mes estuvieron parcialmente afectados por los menores días hábiles debido a los feriados. Igualmente, descontando dicho efecto, se observaron caídas de magnitud”, resaltó la casa fabril en su último informe de actividad sectorial.Unión Industrial Argentina.
El trabajo reflejó durante mayo bajas pronunciadas en el sector automotor (40,2%), despachos de cemento (32,8%), y patentamientos de maquinaria agrícola (36,6%). Por otro lado, la Demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios Industriales también continuó cayendo (13,3% interanual) y, en cuanto al intercambio comercial con Brasil, las importaciones disminuyeron (50,8%), mientras que las exportaciones aumentaron (8,8%), detallaron. Finalmente, la liquidación de divisas creció (25%) tras dos meses en baja, impulsada por la recuperación del sector agropecuario.
“Si bien el desempeño del mes se vio en parte afectado por contar con menos días hábiles, la actividad industrial continúa enfrentando dificultades por la baja demanda, así como aumentos de costos. En este marco, en abril , el empleo asalariado registrado en la industria aceleró su caída. Se perdieron 5.074 puestos en el mes y ya se acumula una baja de 21.285 respecto de agosto de 2023″, advirtió la UIA.
En ese marco, la entidad tuvo este martes una reunión de Junta Directiva en la que los representantes sectoriales y regionales señalaron “la preocupación por la caída de la actividad, el incremento de los costos y el impacto del contexto económico en el sector productivo, el aumento de los costos energéticos, especialmente en las pymes”.