La festividad homenajea a la patrona de los músicos, Santa Cecilia. Su origen, de carácter sangriento, se remonta milenios atrás.
Cada 22 de noviembre se celebra, a nivel internacional y en Argentina, el Día de la Música. Aunque hoy en día nos recuerda la importancia de esta disciplina, su origen tiene rasgos oscuros.
La efeméride conmemora a una joven devota cristiana de nombre Cecilia, quien fue nombrada en 1594 como patrona de los músicos por el Papa Gregorio XIII.
La historia de la patrona de la música
La vida de Santa Cecilia no fue precisamente fácil: practicaba la religión católica a finales del segundo siglo después de Cristo, momento en que en el Imperio Romano estaba prohibida esta práctica.
Consecuentemente, Cecilia fue arrestada y obligada a renunciar a la religión de Cristo. Ante la negativa de la joven, las autoridades la sometieron a un horno caliente, con la intención que la tortura lograra que ceda. Sin embargo, eso no sucedió.
Cecilia cantó alabanzas a Dios y fue condenada a muerte. El 22 de noviembre del año 230, el alcalde romano Almaquio ordenó que le cortaran la cabeza. Y así fue.
A pesar de su trágico desenlace, los tiempos cambiantes revirtieron su imagen. La religión católica fue declarada culto oficial en el año 380 por Teodosio I.
Finalmente, en 1594, el Papa Gregorio XIII nombró a Cecilia como patrona de todos los músicos. Desde entonces todos los 22 de noviembre se celebra el Día de la Música.