Natalia Federman es la nueva titular del Equipo Argentino de Antropología Forense

Natalia Federman fue elegida de manera unánime.

 

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) designó este viernes como directora ejecutiva a la abogada especialista en derechos humanos Natalia Federman. Fue elegida por unanimidad.

«Es un honor y un privilegio incorporarme al EAAF y contribuir a liderar su labor en favor del derecho a la verdad y al duelo, la dignidad de las personas muertas y el acceso a la justicia”, afirmó Federman, según un comunicado de prensa del organismo.

La nueva directora recordó que el EAAF «nació en los primeros años de la transición democrática argentina para dar respuesta a las familias de víctimas de desaparición forzada», y que trabaja «globalmente en desapariciones producidas en procesos migratorios, en situaciones de crimen organizado, por femicidios, catástrofes naturales o como resultado de rutinas burocráticas que impiden la identificación de personas muertas».

También destacó que «el Equipo se caracteriza por mantenerse en la vanguardia científica y tecnológica para dar respuesta a estas nuevas demandas, sin olvidar la cercanía con las víctimas y sus familiares».

De cara  a su gestión, afirmó que «me propongo que esta forma de trabajar impregne el modo en que se piensan las políticas públicas en materia de ciencias forenses a nivel nacional e internacional».

Antecedentes

Federman es abogada egresada de la Universidad de Buenos Aires (UBA), doctorada en Derechos Humanos, y con una trayectoria de 20 años de trabajo en la investigación y lucha contra la impunidad de los delitos cometidos durante la última dictadura militar argentina, tanto desde organizaciones de la sociedad civil como desde diferentes ámbitos estatales.

Además, investigó el sistema de identificación, la gestión administrativa de las personas muertas sin identificación y su impacto en la desaparición de personas en la Argentina contemporánea.

La nueva directora ejecutiva inició su carrera en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), y participó en los trabajos de desclasificación de información sobre violaciones a los derechos humanos en Argentina, incluida la llevada adelante por la Unidad Fiscal de Investigación dedicada al atentado contra la AMIA.

Asimismo fue Directora Nacional de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad argentino desde donde, a partir de un pedido de colaboración del EAAF, implementó un plan de entrecruzamiento masivo de huellas dactilares de víctimas de desaparición forzada durante el período 1974-1983 con las de personas enterradas sin identificar en ese mismo período en el país, que permitió 80 identificaciones.

38 años de historia

Por su parte, la miembro fundadora y directora para Centro y Norte América del EAAF Mercedes Doretti aseguró que el trabajo del organismo «es interdisciplinario» desde su fundación y destacó que la incorporación de Federman «permitirá profundizar esa articulación impulsando políticas públicas y mayor presencia en mecanismos internacionales de justicia”.

El EAAF trabaja desde 1984 en la Argentina en «la búsqueda, identificación y determinación de causa de muerte de víctimas de desapariciones forzadas».

Con el tiempo extendió su campo de acción e intervino en casos en los que la ciencia forense jugó un rol central para conocer la verdad sobre lo ocurrido, entre otros casos en la fosa clandestina en la que había sido enterrado el “Che” Guevara en Bolivia, la reautopsia de Salvador Allende y Pablo Neruda, la exhumación de las víctimas de la Masacre de El Mozote (El Salvador), y la investigación de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014.

En la Argentina, además del trabajo para identificar a las víctimas de la ultima dictadura militar, el EAAF fue el soporte central de los trabajos de identificación de combatientes argentinos caídos en las Islas Malvinas, enterrados como NN en el cementerio de Darwin.

En sus 38 años de vida, el EAAF trabajó en más de 60 países, incluidos Etiopía, Croacia, Kurdistán, Iraq, Zimbabue, República Democrática del Congo y Filipinas.