«El Poder Judicial es una de las instituciones más patriarcales», afirmó la jueza Dobarro

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La titular del Juzgado Nacional de Trabajo 21 de la ciudad de Buenos Aires, Viviana Dobarro, advirtió que «el Poder Judicial es una de las instituciones más tradicionales, verticales y patriarcales» que tiene la Argentina y aseveró que en el interior de los tribunales «se reproducen los estereotipos, y en los juzgados mandan a las chicas a hacer el café, a llamar por teléfono y a atender a las visitas».

Sin embargo, consideró que «progresivamente mujeres y varones vamos tomando conciencia sobre esto y hay todo un movimiento social que va permeando en todos los ámbitos, en todas las instituciones y también en el Poder Judicial».

Dobarro, quien participó del primer encuentro nacional de mujeres del servicio de Justicia «Puertas adentro de nuestra casa», dijo a Télam que en el Poder Judicial «los cambios son lentos y la realidad golpea con crudeza».

«Los cambios son lentos y la realidad te golpea con crudeza, la violencia no cesa, al interior del Poder Judicial pero también en las relaciones interpersonales», advirtió, y alertó que «los estereotipos de género, esos de los que muchas veces hablamos en abstracto, cuando vas a los lugares de trabajo encontrás que se reproducen».

«En los juzgados mandan a las chicas a hacer el café, a llamar por teléfono, a atender a las visitas, mientras que a los varones les asignan las tareas de más responsabilidad», ejemplificó.

Acerca del tema de cuidados, la magistrada resaltó que en el mundo laboral «cuando vas a una entrevista, a los varones no les preguntan, por ejemplo, por su vida familiar, con quién viven o si proyectan tener hijos».

Y en cambio «esa es una pregunta que está permanentemente en las mujeres», sostuvo.

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«Hay ciertos mitos, respecto de cómo nos dedicamos, cuánto tiempo le dedicamos las mujeres a la función judicial y cuánto los varones», dijo, y agregó que «como supuestamente las mujeres tenemos que ocuparnos de nuestras familias, vamos a tener menos disposición, menos posibilidades de dedicarnos a la tarea que un varón que delega eso en alguien».

Afirmó que esas cuestiones «todavía están muy internalizadas en el Poder Judicial» y que «el Poder Judicial es una de las instituciones más tradicionales, verticales y patriarcales que tenemos».

«La propia conformación del Poder Judicial ya tiene implícito muchos de estos componentes, hay tribunales que están exclusivamente integrados por hombres» remarcó, e inclusive advirtió que «hay algunos pisos en las dependencias judiciales donde no había baños para mujeres» porque «no estaba pensado que haya mujeres en esos edificios».

Sin embargo, Dobarro consideró que «progresivamente mujeres y varones vamos tomando conciencia sobre esto y hay todo un movimiento social que va permeando en todos los ámbitos, en todas las instituciones y también en el Poder Judicial».

«A fuerza de capacitaciones, de conversaciones, de observar las diferencias tan notorias que hay entre el trato y la trayectoria de hombres y de mujeres, poco a poco vamos observando cambios, pero todavía falta mucho», sostuvo.

A la vez, señaló que «el problema más grande es que están naturalizadas algunas formas de relación dentro de las dependencias judiciales que son como un campo fértil para la violencia».

«Lo que estamos pensando es en mejorar las prácticas al interior de la dependencia judicial para que el ambiente de trabajo sea un ambiente libre de violencia, pero también estamos pensando en el servicio de justicia que prestamos, para que sea un servicio de justicia con perspectiva de género», aseveró.

Dobarro afirmó además que «es imposible pensar que alguien que incurre en prácticas de violencia dentro de su dependencia» pueda valorar «el caso que se le presenta para resolver con otra mirada o desde otro paradigma».

Resaltó que empiezan a advertirse «avances en algunas dependencias donde se ve que poco a poco se van modificando esas prácticas» y que se «va revisando la forma en que prestamos tareas y nos relacionamos» así como «se ve en las sentencias».

«De a poco han ido apareciendo las sentencias fundadas en la Ley 26485, en el Convenio 190 y va modificándose la forma de abordar los casos, la perspectiva, la mirada sobre las situaciones de las personas más vulnerables, de las mujeres, de las situaciones de violencia doméstica y laboral», puntualizó la magistrada.

«GRAN PARTE DE LAS MUJERES DEL PODER JUDICIAL SUFRIERON VIOLENCIA LABORAL», SEGÚN UNA ENCUESTA

Juezas, fiscalas y secretarias letradas de la justicia nacional se reunieron hoy en el 1º Encuentro Nacional «Puertas adentro de nuestra casa» en la sede porteña de la Universidad de Morón para debatir las problemáticas de género que las atraviesan y exponer los resultados de una encuesta según la cual «gran parte de las mujeres del Poder Judicial han sufrido situaciones de violencia laboral», incluido el acoso sexual.

«Este es un encuentro que nació como deber moral y solidario a partir de un sondeo exploratorio que se realizó el año pasado de modo informal a 600 magistradas, juezas, camaristas, fiscalas y secretarias letradas de todo el país, que arrojó que eran objeto de violencia laboral o acoso sexual en contexto de género, o porque habían pasado en un 90% por frases de contenido sexista, humillaciones de tipo sexista, coacciones verbales y/o sexuales, hostigamientos, agresiones físicas», detalló a Télam Mónica Cuñarro, Consejera de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) y fiscal en lo criminal.

Cuñarro, junto a la secretaria letrada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Adriana Valinotti, efectuaron la lectura del documento con los resultados de la encuesta que realizaron a 600 mujeres de tribunales nacionales y federales de todo el país, que, dijo, evidencia que «la mayoría no se atrevió a hacer la denuncia» ante casos de violencia de género en el ámbito laboral y que «aquellas que se habían animado a denunciar habían tenido resultados negativos».

«En la mayoría de los casos, el sondeo demostró que como las relaciones -casamientos, parejas, divorcios, nuevas relaciones- se establecen entre personas del Poder Judicial con los ministerios públicos, cuando son usuarias del sistema porque han sido violentadas físicamente por esa pareja juez o fiscal, o tienen que hacer una demanda civil por cuota de alimentos o un régimen de tenencia de visitas, son perjudicadas aunque sean pares, juez y jueza o fiscal y fiscala casados», resaltó Cuñarro.

La encuesta también reflejó «casos muy claros donde hay persecución política», sea por que esa mujer «participa de una lista, una actividad gremial o un determinado tema» y que por ello «sus carreras se ven coartadas»

«Hemos decidido no callarnos más, por eso hicimos este encuentro donde las mujeres de la justicia por primera vez hablamos, pero no solamente de un marco normativo sino de lo que nos ha pasado y nos pasa como víctimas para evitar que esto vuelva a repetirse el día de mañana» reflexionó la magistrada.

En lo que respecta a equidad de género, el documento destaca como un «buen modelo a seguir el del Ministerio Público de la Defensa», dado que «es el único de todos los segmentos de justicia que tiene paridad de género en la elección de jurados, en los concursos y en los concursantes».

Por su parte, la jueza del Trabajo Viviana Dobarro manifestó su preocupación por la «naturalización de algunas formas de relación dentro de las dependencias judiciales» que pueden convertirse en «un campo fértil para la violencia».

«A mí me preocupa mucho esta problemática hoy porque la propia composición de una dependencia judicial trae implícita la noción de jerarquía y de subordinación», expresó la magistrada a Télam, y enfatizó que dicha «jerarquía, esta estructura tan vertical hace que se naturalicen algunas prácticas que pueden dar lugar a situaciones de acoso, de violencia sexual».

Dobarro sostuvo además que progresivamente se van observando cambios «a fuerza de capacitaciones, de conversaciones, de observar las diferencias tan notorias que hay entre el trato y la trayectoria de hombres y de mujeres» pero que «todavía falta mucho».

El presidente del Consejo de la Magistratura, Alberto Lugones, saludó a las mujeres del encuentro a través de un video, donde expresó que «es nuestro deber como personas del derecho tomar y poner en funcionamiento todos los recursos posibles para generar una real y verdadera transformación cultural que tienda a deconstruir prejuicios y estereotipos sobre los que se asientan la matriz sociocultural sexista y patriarcal».

«En el Consejo de la Magistratura de la Nación hemos establecido a la perspectiva de género como una cuestión central», reafirmó Lugones.

El encuentro titulado «Puertas adentro de nuestra casa» fue organizado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la agrupación de magistrados y magistradas Lista Celeste y la Universidad de Morón; en memoria de Carmen Argibay, primera mujer nominada por un gobierno democrático para integrar la Corte con mesas que abrieron el debate en torno a temáticas vinculadas a normativa nacional e internacional en materia de género y el abordaje concreto de la violencia de género al interior del Poder Judicial.