«Le he presentado al Presidente Alberto Fernández mi renuncia indeclinable como jefe de Asesores de manera inmediata». Con esas palabras, Antonio Aracre anunció que deja su cargo en la Casa Rosada, a menos de tres meses de haber asumido como uno de los hombres de confianza del Presidente.
De acuerdo a su publicación, la renuncia tiene como efecto «desactivar cualquier operación tendiente a intranquilizar los mercados», expresó, en un martes en el que el dólar blue se disparó y cerró en 418 pesos. Además, Aracre agradeció al Presidente por la designación. «Puede contar conmigo para lo que necesite», escribió, con decoro.
Aracre no precisó cuáles fueron las «operaciones» que buscó frenar. Lo que sí trascendió -en formato off- el lunes, como publicó el periodista de PáginaI12 Leandro Renou en sus redes, fue que Aracre había hablado con el presidente Alberto Fernández y que podría evaluar darle el Ministerio de Economía que ocupa Sergio Massa, en medio de la nueva corrida del dólar ilegal. La vocera presidencial se encargó de negar esas versiones esta tarde y pocas horas después Aracre presentó su renuncia.
En su brevísimo primer paso por la función pública, tras su asunción el 1 de febrero, el ex CEO de la multinacional del agronegocio Syngenta protagonizó varias polémicas –con su perfil tuitero– y uno de las últimas fue precisamente con Massa. Hace poco menos de un mes, como contó Renou en este diario, Massa dejó un aviso al presidente: «Les voy a contestar a todos los que juegan a la internita poniendo en riesgo la economía«.
El mensaje era para Aracre luego de que se sospechara como el responsable de filtrar una serie de medidas que incluían el desdoblamiento cambiario, algo que la cartera a cargo de Massa negó luego de que llegara a los títulos de los diarios y portales.
Antes de asumir como jefe de asesores, Aracre tuvo que salir también a pedir disculpas en las redes sociales por insinuar una posible flexibilización laboral. Es que el ex CEO de la empresa de agroquímicos llegó a la Casa Rosada como abanderado de una idea que había esbozado Fernández en 2022 respecto de convocar una gran mesa de concertación política por los 40 años de la democracia.
«Mi primera tarea será abrir el gobierno al mundo de las inversiones privadas que generen trabajo y le puedan cambiar la vida a la gente. Y consensuar con la oposición y los sindicatos algunos puntos esenciales para la Argentina que todos queremos», había anunciado en enero sobre sus metas.
Pero entre esas ideas a consensuar, en una entrevista con el diario La Nación, Aracre planteó que era necesario «flexibilizar y modernizar los procesos» para incorporar trabajadores a la formalidad laboral. «Siga soñando (Aracre) con llevar adelante una reforma laboral», le contestó rápidamente el el cosecretario General de la CGT y adjunto de Camioneros, Pablo Moyano. «Como peronista no podemos aceptar cualquier intento que quieran llevar adelante para perjudicar a los trabajadores», le apuntó.
«Sólo espero estar a la altura y no defraudar a nadie», se había esperanzado el ex CEO de Sygenta en enero, pero esta tarde decidió dar un paso al costado en su primera experiencia en la función pública.